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Sergio Santana Porbén
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María Rosa Sala Adam
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Sobre el estado nutricional de las mujeres embarazadas encuestadas en el municipio Guanajay

Introducción: La mujer embarazada se encuentra en riesgo incrementado de vulnerabilidad nutricional debido a las demandas del feto en crecimiento, y la construcción de un ambiente óptimo para asegurar continuamente los requerimientos nutrimentales del nuevo ser. Objetivo: Evaluar el estado nutricional de las mujeres embarazadas que viven sin restricciones en un municipio de la provincia Artemisa. Diseño del estudio: Retrospectivo, descriptivo. Locación del estudio: Municipio de Guanajay (Provincia Artemisa, Cuba). Serie de estudio: Ochenta y nueve mujeres embarazadas (Edad promedio: 27.5 ± 5.9 años). Métodos: De los registros clínicos de las mujeres embarazadas se obtuvieron el peso corporal (kg), el Índice de Masa Corporal (IMC: kg.m-2) y la hemoglobina (g.L-1) en los dos momentos del embarazo: la consulta de captación del embarazo y en ocasión del parto. Se calculó el cambio ocurrido en el peso y la hemoglobina durante la gestación. Asimismo, se obtuvo el peso del recién nacido. Resultados: Los indicadores antropométricos en el momento de la captación del embarazo se comportaron como sigue: Peso corporal: 63.4 ± 14.8 kg; IMC: 24.9 ± 14.8 kg.m-2. De acuerdo con el IMC, el estado nutricional de la mujer embarazada en la captación del embarazo se calificó como sigue: Peso insuficiente para la talla: 10.1 %; Peso adecuado para la talla: 55.1 %; y Peso excesivo para la talla: 34.8 %. La obesidad estaba presente en la quinta parte de las embarazadas. Más de la mitad de las embarazadas presentó anemia (hemoglobina < 120 g.L-1) al inicio del embarazo. Al finalizar el embarazo, la ganancia promedio de peso fue de 10.6 ± 5.2 kg. La ganancia de peso fue calificada como sigue: Insuficiente: 30.3 %; Suficiente: 43.8 %; y Excesiva: 25.8 %. Por su parte, el cambio en la hemoglobina sérica fue solo de 0.2 ± 1.2 g.L-1 (p < 0.05). El peso promedio del recién nacido fue de 3,190.7 ± 642.1 gramos. La décima parte de los recién nacidos tuvo un peso al nacer < 2,500 gramos. Conclusiones: La tercera parte de las mujeres embarazadas inició el embarazo con un peso excesivo para la talla. La anemia estaba presente en más de la mitad de ellas. Al final del embarazo, la ganancia de peso fue insuficiente en la tercera parte de las embarazadas. No ocurrieron cambios significativos en la hemoglobina sérica. El bajo peso al nacer afectó a la décima parte de los nacimientos.

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Sobre el uso de los estándares OMS de crecimiento y desarrollo en la evaluación nutricional de los niños con edades entre 0 - 5 años

Introducción: La evaluación del estado nutricional de los niños con edades menores de 5 años requiere la existencia de estándares de crecimiento y desarrollo que describan el comportamiento esperado del crecimiento lineal y la acreción tisular en condiciones naturales. Los estándares cubanos de crecimiento y desarrollo (Jordán Rodríguez, 1979) prescriben percentiles para el comportamiento de indicadores de crecimiento lineal como la longitud supina | talla, y de acreción tisular como el peso corporal. Por su parte, los estándares provistos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) descansan en la estandardización de la variable antropométrica de interés, y la emisión de juicios de valor de acuerdo con la cercanía | lejanía del centro de gravedad de la distribución de valores esperados del indicador en unidades de desviación estándar. El uso de un estándar u otro puede introducir sesgos en la evaluación del estado nutricional de los niños con edades entre 0 – 5 años. Objetivo: Comparar la aplicabilidad de los diferentes estándares en la evaluación nutricional de los niños con edades entre 0 – 5 años. Locación del estudio: Provincia Artemisa (Cuba). Diseño del estudio: Ensayo experimental, abierto. Serie de estudio: Ciento sesenta y siete niños (Varones: 55.1 %) con edades entre 0 – 5 años (Entre 0 – 2 años: 67.1 % vs. Entre 2 – 5 años: 32.9 %), domiciliados en dos municipios de la provincia Artemisa: Municipio Guanajay: 101 niños (60.5 %) vs. Municipio Candelaria: 66 niños (39.5 %). Métodos: El estado nutricional del niño se evaluó de los valores corrientes de la longitud supina (edades entre 0 – 2 años), la talla (edades entre 2 – 5 años), el peso, y el Índice de Masa Corporal (IMC) ajustados según el sexo y la edad empleando indistintamente los estándares cubanos, o los provistos por la OMS. Resultados: El uso de los estándares OMS resultó en una mayor frecuencia de niños con valores de la longitud supina | talla que eran menores para el sexo y la edad: Estándares Cuba: Longitud supina | talla para la edad < percentil 3: 24.0 % vs. Estándares OMS: Longitud supina | talla para la edad < -2 desviaciones estándar: 38.3 % (D = -14.3 %; p < 0.05). Igualmente, el peso corporal de los niños con edades entre 0 – 5 años se calificó de forma diferente según el estándar empleado: Peso insuficiente para la edad: Estándares Cuba: Peso para la edad < percentil 3: 2.4 % vs. Estándares OMS: Peso para la edad < 2 desviaciones estándar: 9.5 % (D = -7.1 %; p < 0.05); y Peso excesivo para la edad: Estándares Cuba: Peso para la edad > percentil 90: 14.4 % vs. Estándares OMS: Peso para la edad > +2 desviaciones estándar: 4.8 % (D = +9.6 %; p < 0.05). El peso insuficiente para la talla fue calificado de forma similar con ambos estándares: Estándares Cuba: IMC para la edad < percentil 3: 2.4 % vs. Estándares OMS: IMC para la edad < -2 desviaciones estándar: 3.6 % (D = +1.2 %; p > 0.05). Mientras, los estándares OMS encontraron un número marginalmente superior de niños con un peso excesivo para la talla: Estándares Cuba: IMC para la edad > percentil 90: 31.2 % vs. Estándares OMS: IMC para la edad > +2 desviaciones estándar: 34.1 % (D = -2.9 %; p < 0.05). Conclusiones: La adopción de un estándar de crecimiento y desarrollo en lugar de otro puede introducir sesgos en la evaluación nutricional de los niños con edades entre 0 – 5 años. El sesgo fue mayor en la evaluación de la longitud supina | talla para la edad.

Sergio Santana Porbén
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Estado nutricional de los niños menores de 5 años de edad encuestados en dos municipios de la provincia ArtemisaIntroducción: Los niños menores de 5 años atraviesan un proceso de rápidos cambios en el crecimiento y desarrollo, solo comparable al que después experimentan los adolescentes. Por estas razones (junto con otras) los niños menores de 5 años se encuentran en riesgo permanente de desórdenes nutricionales. Objetivo: Evaluar el estado nutricional de los niños menores de 5 años de edad domiciliados en dos municipios de la provincia Artemisa. Locación del estudio: Municipios Guanajay y Candelaria (Provincia Artemisa, Cuba). El municipio Guanajay cuenta con 1,408 niños menores de 5 años de edad (cantidad que representa el 5.0 % de la población del municipio). Por su parte, en el municipio Candelaria se cuentan 1,234 niños en este subgrupo etario (lo que equivale al 5.8 % de la población asentada en el municipio). Diseño del estudio: Transversal, descriptivo. Serie de estudio: Ciento sesenta y siete niños (Varones: 55.1 %) con edades entre 0 – 5 años (Entre 0 – 2 años: 67.1 % vs. Entre 2 – 5 años: 32.9 %): Municipio Guanajay: 101 niños (60.5 %) vs. Municipio Candelaria: 66 niños (39.5 %). Métodos: El estado nutricional del niño se evaluó de los valores corrientes de la longitud supina (edades entre 0 – 2 años), la talla (edades entre 2 – 5 años), el peso, y el Índice de Masa Corporal (IMC) ajustados según el sexo y la edad. Resultados: De acuerdo con la longitud supina | talla del niño para la edad, la serie de estudio se distribuyó como sigue: ≤ percentil 3: 24.4 %; > percentil 3 – percentil 90: 64.8 %; > percentil 90: 10.7 %. El peso se comportó según la edad como se muestra a continuación: ≤ percentil 3: 2.4 %; > percentil 3 – percentil 90: 82.7 %; > percentil 90: 14.9 %. Por otro lado, el peso se distribuyó según el sexo y la longitud supina | talla del niño de la manera siguiente: ≤ percentil 3: 4.8 %; > percentil 3 – percentil 90: 60.7 %; > percentil 90: 34.5 %. Por último, el IMC para la edad se comportó como sigue: ≤ percentil 3: 2.4 %; > percentil 3 – percentil 90: 66.1 %; > percentil 90: 31.5 %. Conclusiones: La cuarta parte de los niños exhibía afectación del crecimiento lineal. La tasa de malnutrición por defecto (léase también desnutrición energético-nutrimental) fue menor del 5 %. Sin embargo, el exceso de peso y la obesidad estaban presentes en la tercera parte de los niños examinados. Los niños con edades entre 0 – 5 años están afectados por fenotipos nutricionales polares.
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El prólogo del suplemento 2 del número 1 del volumen 31 (Año 2021) de la RCAN Revista Cubana de Alimentación y NutriciónEl primer número del volumen trigésimo primero de la RCAN Revista Cubana de Alimentación y Nutrición se ha expandido para acomodar un segundo suplemento, esta vez, con los resultados de la Encuesta Nacional de Consumo de Alimentos completada en varias comunidades de la provincia Artemisa. Este proyecto ha estado reposando durante varios años desde la finalización de los trabajos de campo hasta que finalmente se examinaron los datos colectados, y en correspondencia se ha redactado este texto que se pone ahora consideración de los lectores. Sin duda alguna, la seguridad alimentaria es un componente indispensable de las políticas públicas de cualquier país. Apelando a una versión operativa del término, la seguridad alimentaria representaría la suma de las acciones, pautas y políticas que garanticen la oferta y consumo de alimentos inocuos, saludables y nutritivos para toda la población del país durante todo el año. Se comprende de inmediato que el estado de la seguridad alimentaria de un país dependerá en gran (y única) medida de la forma en que se diseñan, se implementan, y se conducen los sistemas alimentarios que se encargan de la producción, la distribución y la comercialización de los alimentos. La seguridad alimentaria también reflejaría las acciones que los Estados y Gobiernos adoptan para proteger nutricionalmente a las personas y comunidades vulnerables,10-11 y de esta manera, asegurarles el acceso a alimentos suficientes en cantidad y calidad para cubrir los requerimientos nutrimentales diarios y llevar así una vida sana, activa y plena [RESUMEN TRUNCADO DESPUÉS DE LAS PRIMERAS 250 PALABRAS].
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Presentación de los resultados del Estudio de Consumo de Alimentos en la provincia Artemisa

El estado corriente del consumo de alimentos en la provincia Artemisa se estimó del completamiento de los instrumentos prescritos en el diseño general de la investigación en 3 municipios seleccionados, a saber: Artemisa (municipio cabecera), San Antonio de los Baños (municipio limítrofe con la provincia Pinar del Río) y San Antonio de los Baños (municipio limítrofe con la provincia Ciudad Habana). Los procedimientos del Estudio Nacional de Consumo de Alimentos (ENCA) se completaron con 295 personas en los 3 municipios seleccionados para ello en la provincia Artemisa: Artemisa: 100 (38.6 %); San Antonio de los Baños: 101 (39.0 %); y Bahía Honda: 58 (22.4 %); respectivamente. La Tabla 1 muestra las características sociodemográficas de los encuestados. La mayoría de los participantes en el presente estudio vivía en las áreas urbanas de los municipios encuestados. Predominaron las mujeres sobre los hombres. La edad promedio fue de 41.8 ± 24.7 años. Más del 70.0 % de las personas tenía 20 y más años de edad. Las tres cuartas partes de las personas participantes en el estudio tenía la piel blanca. Los sujetos examinados se distribuyeron uniformemente de acuerdo con la escolaridad. Sin embargo, se hace notar que la quinta parte de ellos no había completado un nivel primario de educación. La cuarta parte de los participantes en el presente estudio trabajaba en instituciones estatales. Mientras, otra cuarta parte se encontraba desempleado y/o incapacitado para trabajar. No se encontraron dependencias entre las características sociales y demográficos de los encuestados y el municipio de domicilio (datos no mostrados) [RESUMEN TRUNCADO DESPUÉS DE LAS PRIMERAS 200 PALABRAS].

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María Sara Moreno-Sandoval
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Abigail Sosa Mendoza
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María Sara Moreno-Sandoval
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