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Jesús Adán Ortega González, Abene Aintzane Fernández de Gamboa Orreg, Tania Bilbao Reboredo, Marcela Veléz Pliego, Enrique Torres Rasgado
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El exceso de peso como un factor de riesgo de complicaciones durante la hemodiálisis iteradaJustificación: El exceso de peso (que comprende el sobrepeso y la obesidad) se ha hecho prevalente en el mundo contemporáneo. El exceso de peso es un hallazgo frecuente en el paciente nefrópata en hemodiálisis (HD) iterada. Existen reportes contradictorios sobre la influencia del exceso de peso en la respuesta a la HD. Objetivo: Determinar la influencia del exceso de peso sobre la respuesta a la HD iterada. Diseño del estudio: Analítico, longitudinal. Serie de estudio: Setenta y seis pacientes nefrópatas crónicos (Hombres: 39.5%; Edades ≥ 60 años: 42.1%) tratados mediante HD iterada (Tiempo de permanencia en HD entre 1 – 5 años: 59.2%) en el Servicio de Hemodiálisis del Hospital Clínico quirúrgico “Hermanos Ameijeiras” (La Habana, Cuba) entre Enero del 2014 y Enero del 2015 (Tasa de supervivencia al año: 82.9%). Material y método: El fenotipo nutricional del enfermo se estableció del Índice de Masa Corporal (IMC) determinado a la admisión del mismo en el estudio. Se examinaron las asociaciones entre el fenotipo nutricional, por un lado; y las variables clínicas, demográficas y bioquímicas descriptivas del estado de salud del enfermo, por el otro. Resultados: El exceso de peso afectó al 38.1% de los pacientes estudiados (Sobrepeso: 27.6% vs. Obesidad: 10.5%). El exceso de peso se asoció con el sexo del enfermo, la causa de pérdida de la función renal, y el tiempo de permanencia en el programa de HD. Igualmente, el exceso de peso se asoció a una tasa superior de mortalidad al año de evolución. Sin embargo, el fenotipo nutricional fue independiente de las variables bioquímicas examinadas. Asimismo, el fenotipo nutricional no influyó en la tasa de ocurrencia de bacteriemias y hospitalizaciones. Conclusiones: El exceso de peso se puede asociar a una mayor mortalidad del nefrópata crónico sujeto a HD iterada.
Dagoberto Semanat Vaillant, Maribel Augusta Fernandes Martins, Randolfo Torres Martínez, Famet Alfonso Sat
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María Paz Bettiol, María de los Angeles Rose Cash Rasch, Agustina Fantinelli, Verónica Lipovetzky, Andrea Delledonne, Cintia Etienne, María Eugenia Iribarne, Ignacio Mendéz, Magali Cortina
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Laritza Hernández Linares, María Elena Marimón Torres, Maritza Linares Guerra, Elienna González Crespo
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Sobre la asociación entre el hígado graso no alcohólico y la insulinorresistenciaJustificación: La insulinorresistencia (IR) se imbrica de muchas maneras con el hígado graso no alcohólico (HGNA). Es muy probable que el HGNA se acompañe de estados de IR. Objetivo: Establecer la presencia de IR en pacientes con HGNA. Diseño del estudio: Analítico, transversal. Serie de estudio: Cincuenta pacientes (Mujeres: 58.0%; Piel blanca: 76.0%; Edades promedio: 53.0 ± 12.4 años; Índice de Masa Corporal: 30.4 ± 4.6 Kg.m-2) diagnosticados con HGNA (Afectación: Grave: 6.0%; Moderada: 54.0%; Leve: 40.0%) mediante ultrasonografía (US) en el Servicio de Gastroenterología del Hospital Clínico quirúrgico “Hermanos Ameijeiras” (La Habana, Cuba). Material y método: Se determinaron las concentraciones séricas de triglicéridos, colesterol total y fraccionado, enzimas hepáticas, y glucosa e insulina en ayunas y 2 horas después de una sobrecarga oral de glucosa (SCOG). Adicionalmente, se calcularon los cocientes ASAT/ALAT y GGT/ASAT; y los índices HOMA-IR, HOMA-β, y de sensibilidad a la insulina (ISI). Se evaluó la naturaleza de las asociaciones entre las variables bioquímicas determinadas y la gravedad del HGNA. Resultados: El HGNA se asoció con valores elevados de la actividad GGT (y por extensión, el índice GGT/ASAT). Igualmente, el HGNA se asoció con cifras elevadas de glucosa en ayunas y 2 horas después de la SCOG. El HGNA se acompañó también de incremento del producto plasmático Glucosa*Insulina en ayunas (dado por el comportamiento del índice HOMA-R) y después de la SCOG (como sugiere la disminución del índice IS). Conclusiones: En el HGNA concurren daño hepático y resistencia a la insulina. Estos 2 factores actuando de conjunto pueden resultar en daño orgánico permanente.
Mildred Rosario Díaz Morales, Celia Alonso Rodríguez, Pedro Velbes Marquetti, Tania Hidalgo Costa
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Estado de las prácticas alimentarias de los menores de 2 años de edad en la comunidad artemiseña de San CristóbalIntroducción: La alimentación adecuada de los menores de 2 años de edad es esencial para la supervivencia infantil y el fomento de crecimiento y desarrollo saludables. Una nutrición óptima durante este ciclo vital reduce tanto la morbi-mortalidad como el riesgo de aparición de enfermedades crónicas no transmisibles en edades posteriores. Objetivo: Evaluar las prácticas alimentarias de los menores de dos años de edad que viven sin restricciones en la localidad de San Cristóbal (Artemisa, Cuba). Diseño del estudio: Descriptivo, transversal. Serie de estudio: Ciento cincuenta niños de uno u otro sexo, con edades comprendidas entre 0 y 23 meses y 29 días de edad, dispensarizados en los 13 consultorios atendidos por el Policlínico Docente “Camilo Cienfuegos”(San Cristóbal, Artemisa), entre Noviembre del 2014 y Marzo del 2015. Material y método: Se administró el cuestionario empleado en el “Estudio Nacional sobre Hábitos y Prácticas Alimentarias de los lactantes y niños pequeños” (Cuba, 2008). Se obtuvieron los indicadores definidos globalmente para evaluar las prácticas alimentarias de los menores de dos años. Resultados: La prevalencia de la lactancia materna exclusiva (LME) hasta el sexto mes de vida fue del 27.3%. Esta cifra aumentó hasta ser del 34.5% cuando se consideró el suministro de vitaminas, minerales y sueros de rehidratación oral junto con la LME. El 88% de los niños fueron amamantados durante la primera hora de vida. En el 30.9% de los menores de 5 meses de vida predominó la lactancia materna acompañada de lactancia artificial. La lactancia materna continuada al año y a los dos años de edad fue del 25.0% y el 11.0%, respectivamente. En el 54.6% de los niños menores de 6 meses se introdujo algún alimento de diversa textura (incluyendo leche artificial) antes de la edad óptima para ello. El 71.6% de los niños con edades entre 6 meses – 23 meses y 29 días siempre consumió algún alimento con ayuda del biberón. Los cereales y las frutas (64.2% de los niños incluidos en este grupo etario), las carnes, el huevo y las leguminosas (77.3%), la leche (77.9%), y los aceites y las grasas (81.1%) fueron consumidos entre 6 – 7 veces a la semana por más del 60% de los niños examinados. Por el contrario, las frutas (49.5%), los vegetales (30.5%), y los azúcares y los dulces (53.7%) no fueron consumidos nunca por los niños en estas edades. Conclusiones: Se encontró una baja prevalencia de la LME hasta el sexto mes. La alimentación complementaria de los niños con edades entre 6 y 23 meses y 29 días se conduce inadecuadamente, es poco variada y además (probablemente) nutricionalmente insuficiente.
Susan Belkis Ajete Careaga, Santa Magaly Jiménez Acosta
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Yuraysi Meléndez Montero, Josanne Soto Matos, Jesús Barreto Penié, Isabel Mora Díaz
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Ludwig Roberto Álvarez Córdova, Melina Rojas Criollo, Gustavo Escobar Valdivieso, Victor Hugo Sierra Nieto, Jasson Espinoza Caicedo, Diana María Fonseca Pérez
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Lauren García Arévalo, Sergio Santana Porbén
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Sara Betancourt Oritz, Soledad del Pilar Moncayo Mejía, Martha Avalos
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Celia Cárdenas Vargas, Miroslaba Dalas Guiber, María Elena Rodríguez Lafuente, Dulce María Sanz Guzmán
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Darlene Guedes Rodríguez, David Orlando León Pérez, Teresa Pedroso Garriga
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María Guadalupe Muñoz Muñoz, Francisco Javier Olivas Aguirre, Diana Lizette de León Medrano, César Ochoa
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Nayel García Sánchez, Jorge Luis León Álvarez
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Biomarcadores de la arteriosclerosis como predictores del riesgo cardiovascular en la hipertensión arterial no complicadaJustificación: Se han propuesto nuevos biomarcadores de la aterosclerosis. Se espera del uso de los mismos que los sujetos en riesgo incrementado de daño cardiovascular sean identificados tempranamente y tratados adecuadamente. Objetivo: Examinar las asociaciones de los nuevos biomarcadores de ateroesclerosis con un constructo clínicoepidemiológico de riesgo cardiovascular (RCV) en la hipertensión arterial no complicada y sin lesión de órganos diana. Diseño del estudio: Analítico, transversal. Material y método: El RCV se estratificó en 100 sujetos hipertensos (Hombres: 56.0%; Edades >= 60 años: 22.0%; Estadio I de progresión: 78.0%; Evolución < 5 años: 49.0%) no complicados a partir del sexo, la edad, la práctica del tabaquismo, las cifras tensionales y el valor del colesterol total sérico. Adicionalmente se midió ultrasonográficamente el grosor de la túnica íntima de la carótida media (GIM). Se examinaron las asociaciones entre el RCV, la presencia de albuminuria, y las concentraciones séricas de hemoglobina glicosilada, troponina T, péptido natrurético, proteína C reactiva de alta sensibilidad, fibrinógeno y Cistatina C. Resultados: El 69.0% de los sujetos mostró RCV entre moderado-elevado. El 12.0% de los pacientes se presentó con GIM > 1.0 mm. Un RCV incrementado se asoció con hipertrigliceridemia, hipercolesterolemia, e hiperuricemia. El RCV incrementado también se asoció con disminución del filtrado glomerular, estimado éste de la Cistatina C. Conclusiones: Aún en ausencia de lesión de órganos diana, los sujetos hipertensos pueden mostrar un filtrado glomerular disminuido revelado mediante el uso de la Cistatina C. El daño glomerular revelado podría resultar de la resistencia a la acción de la insulina y/o la influencia deletérea de las cifras tensionales elevadas crónicamente.
Nayel García Sánchez, Jorge Luis León Álvarez
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Ana María Gómez Álvarez, Gisela Pita Rodríguez, Lidia Cardellá Rosales, Oneida Paneque Blanco, Eliane de la Torre Núñez
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Massiel Muñiz Sancio, Yanetsy Córdova Rodríguez, Sergio Santana Porbén, José Reynaldo Salabarría González
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Impacto de la diabetes tipo 2 sobre la evolución del Injerto renalJustificación: La Diabetes mellitus tipo 2 (DMT2) puede ser causa y también consecuencia del trasplante renal (TR). La evolución del injerto renal puede ser desfavorable en el nefrópata diabético si se le compara con la de otros pacientes trasplantados por causas diferentes. Objetivo: Comparar la evolución clínica del TR según la condición de la DMT2: Pre-existente vs. Desarrollada de novo. Diseño del estudio: Retrospectivo. Serie de estudio: Nefrópatas con edades > 15 años que recibieron un TR en el Hospital Clínico-quirúrgico “Hermanos Ameijeiras” (La Habana, Cuba), y en los que el injerto sobrevivió el primer año de vida, desde el inicio del programa hospitalario de TR hasta el 31 de Diciembre del 2013. Se excluyeron los terceros trasplantes, y los trasplantes combinados. Material y método: Se recuperaron los datos demográficos y clínicos del paciente trasplantado, la condición de la DMT2, las complicaciones ocurridas durante el primer año de vida del injerto, y el estado corriente del mismo. Se incluyeron en la serie de estudio pacientes trasplantados no diabéticos. Resultados: Según la condición de la DMT2, la serie de estudio se comportó como sigue: Grupo I: Diabéticos preexistentes: 7% vs. Grupo II: Diabéticos pos-trasplante: 15%. Los grupos fueron similares en cuanto al sexo, el tratamiento inmunosupresor, y la procedencia del injerto. Los trasplantados diabéticos (Grupos I + II) fueron más añosos que los no diabéticos (Grupo III). Las causas de pérdida del injerto fueron similares para todos los grupos: muerte del paciente y nefropatía crónica del injerto. Asimismo, las causas de mortalidad se presentaron por igual en los tres grupos: infecciones y enfermedades cardiovasculares. La hipertensión arterial, la dislipemia, la obesidad, la hiperuricemia, y el síndrome metabólico (SM) fueron más frecuentes entre los diabéticos. Los diabéticos pretrasplante presentaron tasas comparativamente disminuidas de la función del injerto al año, la supervivencia al año del injerto, y de la propia supervivencia del paciente al cabo de este período. Conclusiones: Los pacientes que arriban a la enfermedad renal crónica debido a la nefropatía diabética pueden tener opciones reducidas de trasplantarse. La evolución del nefrópata diabético preexistente después del injerto puede ser inferior a la de aquellos que desarrollan la Diabetes tras el injerto.
Gerardo Borroto Díaz, Erik Prado, Malicela Barcelo Acosta
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Tania Bilbao Reboredo, Marcela Vélez Pliego, Abene Aintzane Fernández de Gamboa Orrego, Jesús Adán Ortega González, Adriana Elizabeth Corte Solórzano
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Maritza Linares Guerra, Sergio Santana Porbén
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Luis Garcés García-Espinosa, María Idoris Cordero Escoba, Sergio Santana Porbén, Jesús Barreto Penié, David Orlando León Pérez
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Santa Magaly Jiménez Acosta, Armando Rodríguez Suárez, Yarisa Domínguez Ayllon
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Yamila Puig Peña, María Espino Hernández, Virginia Leyva Castillo, Neibys Apórtela López, Yoldrey Pérez Muñoz, Perla Soto Rodríguez
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Teresa Pedroso Garriga, Grecia Agramonte Pérez, Irina Montano Hernández, Darlene Güedes Rodríguez, Ivonne García Martín
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Elba Luisa Rosabal Nieves, Reinaldo Denis De Armas, Abel Yoandri Leyva Quert
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