Revisión temática

 
Sobre las asociaciones entre los lípidos séricos y el riesgo cardiovascularEl Estudio Framingham estableció por primera vez la asociación entre la hipercolesterolemia y la mortalidad causada por los eventos coronarios agudos. Desde ese entonces se han revelado otras interioridades de las estructuras, funciones y metabolismo de los lípidos séricos. Las fracciones del colesterol son agregados supramoleculares de lípidos y proteínas que se encargan del transporte, distribución y la disposición final de las grasas y otros lípidos ingeridos con la dieta o sintetizados endógenamente. En el núcleo central de cualquiera de las fracciones lipídicas pueden encontrarse cantidades variables de triglicéridos, colesterol libre y colesterol esterificado. La homeostasis de las fracciones lipídicas es estrictamente dependiente de la tasa de absorción intestinal, la síntesis hepática, la utilización periférica, y la disposición final de las mismas. Una disponibilidad aumentada de colesterol y triglicéridos, junto con una utilización periférica disminuida, y una disposición final afectada, resulta en el atrapamiento de los lípidos séricos en el lecho endotelial, y con ello, la deformidad de la luz arterial que puede progresar hasta la oclusión, y culminar en la ruptura de la túnica endotelial y el desencadenamiento de un evento cataclísmico como el infarto. El interés es permanente en el desarrollo de métodos analíticos superiores para la cuantificación exacta de las fracciones lipídicas séricas, y el refinamiento de los algoritmos de predicción del riesgo cardiovascular mediante la integración de la información analítica recogida. Igualmente, el reconocimiento de la influencia que los estilos de alimentación ejercen sobre el status de las fracciones lipídicas séricas ha justificado la emisión de recomendaciones poblacionales para limitar el consumo de las grasas alimenticias y el colesterol dietético, por un lado; y el diseño de diferentes estrategias nutricionales para intervenir situaciones de hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia. Se espera que este ensayo contribuya a un mejor conocimiento del metabolismo lipídico, y una actuación efectiva en las dislipidemias hoy prevalentes dada la extensión del exceso de peso, la obesidad y el Síndrome metabólico.
Yanisel Cruz Gilarte
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Sobre las interrelaciones entre la sarcopenia, envejecimiento y nutriciónLa sarcopenia denota los cambios que el envejecimiento causa en la estructura y la función del músculo esquelético. El músculo sarcopénico puede exhibir tamaños y volúmenes reducidos, una mayor infiltración grasa, y una menor fuerza de contracción, lo que puede conducir a la pérdida del validismo y la autonomía del sujeto. Dadas la participación del músculo esquelético en la estación bípeda y la locomoción, y la respuesta periférica a la acción de la insulina, la sarcopenia podría agravar la fragilidad del adulto mayor. La sarcopenia puede reconocerse mediante distintas técnicas de reconstrucción de la composición corporal. La dinamometría y la capacidad del sujeto de sostener esfuerzos musculares repetidos durante intervalos predefinidos de tiempo sirven también para examinar la fuerza de la contracción muscular. La sarcopenia es causada, en parte, por la deprivación de los esteroides sexuales que sigue al cese de la esteroidogénesis gonadal. Otras influencias como el sedentarismo y la alimentación no saludable también pueden contribuir al daño sarcopénico. Luego, una alimentación sana, la actividad física y la práctica regular de ejercicio físico son intervenciones primordiales en la prevención de la sarcopenia, primero; y el tratamiento y la paliación de esta condición, después. El uso de ayudas ergogénicas (entre ellas la creatina) puede ser considerado como una terapia adyuvante. El empleo de esteroides anabólicos podría considerarse en aquellos pacientes en los que se ha agotado la efectividad terapéutica de las intervenciones anteriores, o cuando se desea una reducción a corto plazo del riesgo de caída, discapacidad y/o postración
Emilio Manuel Zayas Somoza, Vilma Fundora Alvarez, Sergio Santana Porbén
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Sobre las interrelaciones entre la nutrición y el envejecimientoCuba asiste al envejecimiento demográfico como otro de los elementos integrados dentro de la transición epidemiológica global. En los últimos años la expectativa de vida del ser humano se ha prolongado significativamente. Hoy las personas pueden esperar vivir igual número de años tras rebasar los 50 años de edad. Se comprende entonces el interés y los esfuerzos de los investigadores por desentrañar las claves del envejecimiento prolongado, satisfactorio y exitoso en un planeta en el que este sector demográfico ya ha alcanzado la octava parte de la población. El envejecimiento presupone la disminución con la edad de la capacidad de la economía para sostener la constancia del medio interno y responder a la agresión. Igualmente, el envejecimiento implica un riesgo incrementado de utilización inapropiada de nutrientes y de desnutrición. La asistencia de una población cada vez más envejecida conlleva entonces la redefinición de conceptos y términos corrientemente aceptados a fin de caracterizar lo mejor posible las necesidades de cuidados de este segmento poblacional. Dentro del proceso del envejecimiento se revisa la definición de la ancianidad como el momento cronológico en la vida del individuo en la que ocurre una reducción (fisiológica por demás) del 60.0% (o superior) de cualquiera de varios indicadores del estado de salud y la composición corporal. La definición revisada de ancianidad tiene en cuenta también los cambios que ocurren en el peso corporal y el tamaño de los compartimientos corporales a medida que el sujeto envejece, sobre todo si se reconoce que la reducción del 10.0% del peso corporal puede afectar la autonomía y el validismo del sujeto. La definición de ancianidad se expande para incluir el “anciano frágil”, y así señalar aquellos sujetos con una capacidad disminuida para responder a estresores de diverso tipo, y que, por consiguiente, requerirían cuidados especializados. Una mejor comprensión del fenómeno del envejecimiento conducirá a mejores intervenciones alimentarias y nutricionales, y con ello, una mejor calidad de vida del geronte y sus familiares.
Emilio Manuel Zayas Somoza, Vilma Fundora Alvarez
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Sobre las propiedades y los usos de la glutamina en la citorreducción tumoralLa glutamina (Gln) participa en numerosas funciones biológicas que recorren desde el mantenimiento de la homeostasis del nitrógeno (N) corporal hasta la inmunocompetencia y la respuesta a la agresión. La Gln ha sido reconocida como el aminoácido condicionalmente esencial más abundante de la economía. Las concentraciones séricas de Gln se depletan rápidamente durante la agresión, la injuria y la sepsis. La célula cancerosa actúa como una trampa de N, y le disputa a la célula sana la disponibilidad y el acceso a nutrientes, la Gln entre ellos. La depleción tisular de Gln pudiera afectar la efectividad de las distintas modalidades de la citorreducción tumoral (CRT). Se ha propuesto la suplementación exógena de Gln para paliar las concentraciones tisulares disminuidas del aminoácido, restablecer las funciones biológicas afectadas, y asegurar la efectividad de los esquemas citorreductores. La suplementación exógena de Gln también podría servir para promover el arraigo y la proliferación de las subpoblaciones leucocitarias de neutrófilos tras el trasplante de médula ósea (TMO). Una tercera aplicación de la suplementación exógena con Gln sería la paliación de la mucositis, la diarrea, y otros efectos colaterales de la CRT. Se podrían beneficiar de la suplementación exógena con Gln aquellos enfermos en los que se anticiparía la interrupción de la CRT debido a la pérdida experimentada de peso, la reducción de la masa magra corporal, y el riesgo incrementado de infección y sepsis. Las indicaciones de la suplementación exógena con Gln deben extenderse a las necesarias consideraciones econométricas sobre la inclusión de esta modalidad de apoyo nutricional en la CRT.
María Belén Andrade Hernández, Marcela Alejandra Chaug Solórzano, Francisco Xavier Andino Hernández, Dolores Rodríguez Veintimilla
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Diana Lizette de León Medrano, María Guadalupe Muñoz Muñoz, César Ochoa
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Sobre los marcadores bioquímicos del daño arterioescleróticoLa ateroesclerosis es el sustrato anatomo-patológico de las enfermedades cardio- y cerebrovasculares que hoy constituyen una importante causa de mortalidad, discapacidad e invalidez en todo el mundo. La placa ateromatosa es el elemento clave dentro de este envejecimiento arterial. Sujetos clínicamente estables en los que concurren factores de riesgo vascular, e incluso asintomáticos, pueden exhibir placas vulnerables, propensas a fracturarse, trombosarse y ocluirse. Se han propuesto biomarcadores de la ateroesclerosis para describir los cambios que pueden ocurrir en una placa ateromatosa tenida como “vulnerable”, y así, abrir una ventana de oportunidad para la profilaxis secundaria de la enfermedad vascular. Tales marcadores comprenden moléculas involucradas en el estrés oxidativo y eventos procoagulatorios. Igualmente, se ha examinado productos de la glicación no enzimática, proteínas liberadas después de la necrosis miocárdica, y señales de activación neurohormonal. Como el riñón puede reflejar fielmente la extensión y la gravedad del daño ateroesclerótico, los marcadores empleados clásicamente en el reconocimiento del daño renal y la enfermedad renal crónica también se han sumado a la detección del riesgo ateroesclerótico. Se tiene el comportamiento de estos biomarcadores de la ateroesclerosis en diferentes subpoblaciones, y se ha estudiado la asociación que los
mismos sostienen con factores promotores del daño ateroesclerótico. Investigaciones ulteriores se deben orientar a establecer la capacidad del biomarcador de responder ante la terapéutica instalada, y si este cambio se puede trasladar hacia una reducción del riesgo vascular.
Nayel García Sánchez
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Apoyo nutricional en la sepsisLa sepsis es una situación clínico-metabólica que comporta un elevado riesgo de mortalidad para el paciente críticamente enfermo, pues puede desembocar en la falla múltiple de órganos (FOM), lo que obligaría a nuevas, intensas y agresivas acciones terapéuticas con tal de preservar la vida del enfermo. Hoy se acepta que el apoyo nutricional se integre dentro del tratamiento general del paciente en el que se ha diagnosticado la sepsis. Sin embargo, todavía la intimidad del apoyo nutricional en la sepsis está envuelta en contradicciones y polémicas. El apoyo nutricional debe iniciarse solo cuando se asegure la estabilidad hemodinámica y del medio interno del enfermo, y la perfusión esplácnica. Las cantidades de nutrientes a aportar (energía incluida) se ajustarán a la capacidad del paciente de utilizar los mismos efectivamente. Se han identificado nutrientes que pueden influir sobre la actividad del sistema inmune, como la glutamina, los nucleótidos, los oligoelementos y los ácidos grasos w3. La vía enteral debe preferirse antes que la parenteral para el aporte de los nutrientes prescritos, como complemento de los esquemas de nutrición parenteral (NP), y como estrategia de prevención de la progresión de la FOM. Las dietas de inmunomodulación (DIM) que incorporan glutamina y antioxidantes pudieran ser beneficiosas  para la supervivencia del paciente, el destete del ventilador, y el acortamiento de la estadía hospitalaria. La NP debe considerarse cuando la vía enteral no es suficiente para satisfacer los requerimientos nutrimentales del paciente. Se han formulado preparaciones de dipéptidos de glutamina y emulsiones de lípidos que incorporan aceites de pescado de las que se espera permitan un mejor tratamiento de la sepsis, pero los resultados acumulados han sido contradictorios, e incluso contraproducentes. La suplementación parenteral con selenio en la sepsis ha sido discutida, pero no se han podido demostrar los beneficios del aporte de cantidades suprafisiológicas de este oligoelemento. El apoyo nutricional en la sepsis debe evolucionar para no solo satisfacer los requerimientos nutricionales del enfermo y vehicular nutrientes de forma efectiva, sino también modificar la respuesta del huésped a la sepsis y la actividad del sistema inmune y prevenir las complicaciones de la sepsis.
Andrés Martinuzzi
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Sobre el apoyo nutricional del paciente quemadoLa quemadura repercute en prácticamente todos los dominios del estado de salud al desencadenar una dramática respuesta a la agresión que puede conducir a la sepsis, la falla múltiple de órganos y la muerte. Los supervivientes pueden exhibir secuelas que requerirán tratamientos quirúrgicos especializados dilatados en el tiempo. El apoyo nutricional es indispensable en todo momento para asegurar la mejor respuesta del huésped a la agresión y la reducción del riesgo de complicaciones junto al acortamiento de la estadía hospitalaria; a la vez que el arraigo de los injertos de piel y el sostén de la reparación y cicatrización tisulares. Debe reconocerse el hipermetabolismo que acompaña a la quemadura. Se requiere evaluar continuamente la capacidad del huésped de sostener el estado nutricional del uso de la vía oral y de utilizar adecuadamente los nutrientes aportados. El apoyo nutricional debe iniciarse tan pronto culmine la resucitación y la reanimación del quemado, y se asegure la estabilidad hemodinámica y la perfusión tisular. Si bien la vía oral debería preferirse para alimentar al paciente, la colocación de sondas nasoenterales podría ser necesaria en muchos de ellos para evitar baches en la provisión de nutrientes. La prescripción dietética podría complementarse con nutrientes enterales de alta densidad energética en aras de satisfacer los elevados requerimientos nutricionales constatados en el quemado. Se han descrito dietas de inmunomodulación que incorporan antioxidantes, glutamina y nucleótidos para uso en el
apoyo nutricional del quemado, pero los resultados obtenidos con su administración han sido mixtos. La implementación de esquemas de nutrición parenteral obligaría a discutir sobre las mejores (posibles) vías de acceso en un enfermo que puede mostrar lesiones corporales extensas. Las complicaciones que se originen de la implementación y conducción de las terapias nutricionales deben ser identificadas tempranamente, corregidas adecuadamente, y prevenidas en última instancia. La complejidad clínico-metabólica de la quemadura justifica el diseño,
implementación y gestión de un programa de intervención alimentaria, nutrimental y metabólica
en el Servicio de Quemados que provea a los grupos básicos con pautas y normas de actuación en
cada momento de la evolución del paciente.
Alejandro Torres Amaro, Rafael Jiménez García
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La obesidad escolar. Un problema actual

La obesidad escolar se ha convertido en un grave problema global de salud. Cada día son más numerosos los escolares con exceso de peso en las aulas. El exceso de peso, y la obesidad como la forma extrema de este problema, puede ser causa de rechazo grupal, deficiente rendimiento académico, y deserción escolar. La obesidad escolar también coloca al niño | adolescente en riesgo incrementado de sufrir insulinorresistencia, y con ello, Diabetes, hipertensión arterial, y otras manifestaciones del Síndrome metabólico. Las causas para la expansión epidémica de la obesidad escolar pueden ser numerosas, y solaparse en su influencia. La familia, como el centro de la vida del escolar, es determinante en la formación de estilos saludables de vida, alimentación y actividad física. La escuela también debe promover entre los educandos formas correctas de alimentación y actividad física mediante la enseñanza de elecciones juiciosas en cuanto a la selección de los alimentos, la conformación de menús, y la práctica del ejercicio físico. Los ambientes obesogénicos en los que pudiera participar el escolar deben ser identificados y corregidos, para prevenir influencias perniciosas sobre el estado futuro de salud. Los padres de los educandos deben ser reeducados en prácticas saludables de alimentación y actividad física para que, a su vez, puedan influir en la educación de sus hijos. Igualmente, los equipos de salud deben ser capacitados y entrenados, y dotados de las competencias requeridas, para enfrentar exitosamente la obesidad escolar, y así, proteger el potencial genético del país. Por último, se requiere de una legislación que incorpore los principios de la alimentación saludable y haga posible el acceso seguro y sostenible del educando y sus familiares a alimentos sanos y saludables. El afrontamiento de las enfermedades crónicas no transmisibles solo será posible mediante la articulación de intereses y estrategias comunes de trabajo e intervención, en aras de la protección del estado de salud de la población infanto-juvenil del país.

Martha Guadalupe Díaz Sánchez, Jorge Omar Larios González, María Luisa Mendoza Ceballos, Lidia Marely Moctezuma Sagahón, Viridiana Rangel Salgado, César Ochoa
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Elba Luisa Rosabal Nieves
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La anemia ferropénica. Diagnóstico, tratamiento y prevenciónLa anemia ferropénica es la carencia nutrimental más extendida en Cuba. Los recién nacidos, las mujeres lactantes, las embarazadas, las mujeres en edad reproductiva, los escolares con edades entre 1 – 5 años, y los ancianos se encuentran entre los subgrupos
demográficos más vulnerables a los estados deficitarios de hierro. La anemia ferropénica resulta de la incapacidad del organismo de mantener la constancia del pool corporal de hierro ante pérdidas incrementadas y/o ingresos dietéticos insuficientes. La anemia ferropénica también puede ser causada por la deficiente utilización periférica del hierro absorbido. La consejería nutricional acerca de cómo incorporar mayores cantidades de hierro bioabsorbible pudiera ser una herramienta efectiva de intervención en los cuadros
carenciales de hierro. Se han desplegado programas de suplementación mineral orientados a la mujer en edad reproductiva. La industria farmacéutica nacional ofrece
varios suplementos del mineral para la corrección de los estados deficitarios. Se conducen en el país programas de protección nutrimental de poblaciones vulnerables mediante la fortificación con hierro de alimentos de amplio consumo popular. El médico de asistencia
debe pesquisar activamente la presencia de cuadros carenciales de hierro, y recomendar las acciones correctivas requeridas. Igualmente, el médico de asistencia debe evaluar la efectividad de las intervenciones hechas. Una mejor comprensión del metabolismo, distribución y utilización del hierro dietético mediante programas de educación continuada debe traducirse en un mejor afrontamiento de este problema de salud, y con ello, la reducción de las tasas corrientes de anemia ferropénica.
Estela Gigato Mesa
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Sobre la nutrición enteral y el fisiologismo gastrointestinalDurante mucho tiempo se ha tenido por descontada la “superioridad” fisiológica de la nutrición enteral (NE) sobre la nutrición parenteral. La NE (entendida como la
administración de nutrientes con una composición  química definida a través de un acceso colocado en el tracto gastrointestinal) debe ser la primera intervención nutricional en un paciente en el que no concurre contraindicación alguna para el uso del tracto digestivo.
Sin embargo, el supuesto superior fisiologismo de la NE puede oscurecer el hecho que esta terapia obvia la fase cefálica de la digestión y la absorción intestinales. En años recientes se ha reconocido la importante contribución de la fase cefálica a la mejor recepción y digestión de los alimentos, y la absorción de los nutrientes en ellos contenidos. El fenómeno alimentario se inicia desde el mismo momento en que el sujeto anticipa la llegada del alimento. Complejas señales neurohormonales conectan simultáneamente el encéfalo, el estómago, el intestino delgado y las glándulas accesorias del tracto gastrointestinal para asegurar no solo una correcta absorción intestinal sino
además el disfrute del acto de comer. La exclusión de la fase cefálica del fisiologismo intestinal pudiera explicar la falla en renutrirse de pacientes con esquemas prolongados de NE no volitiva. En todo paciente sujeto a NE no volitiva se deben prescribir medidas para la rehabilitación de la vía oral tan pronto como sea posible. En casos seleccionados, se debe estimular al enfermo a degustar sorbos del nutriente antes de la infusión del mismo. Igualmente, se debe recomendar la administración de esquemas cíclicos de NE para simular la alternancia entre los períodos pre- y post-pandriales. De esta manera, cabe esperar una mayor efectividad terapéutica de la NE no volitiva y una superior tolerancia a largo plazo.
Luis Alberto Nin Alvarez, Sergio Santana Porbén
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Las Buenas Prácticas de Manipulación de Alimentos en el hospitalEl hospital representa un caso particular de la restauración pública. En un hospital se preparan y se sirven grandes volúmenes de alimentos que se destinan primariamente a enfermos en los que concurren grados variables de inmunodepresión y desnutrición. La población hospitalaria se encuentra en riesgo incrementado de contraer una enfermedad transmitida por alimentos (ETA). Dadas las repercusiones de las ETAs para la gestión sanitaria y hospitalaria, se deben implementar sistemas de vigilancia epidemiológica de alcance institucional que produzcan información efectiva sobre el comportamiento local de estas entidades, como condición previa al reconocimiento y tratamiento de las mismas. Estos sistemas de vigilancia epidemiológica deben articularse con el diagnóstico de la situación sanitaria de la institución y la evaluación de los riesgos higiénico-sanitarios presentes en la misma. Deben existir pautas claras de actuación ante la ocurrencia de brotes de ETAs en el hospital que permitan identificar el(los) alimento(s) causantes y las personas afectadas, implementar el tratamiento médico y sanitario específico, e intervenir y corregir las no-conformidades | desviaciones detectadas en los procesos de  manipulación y elaboración de alimentos. La prevención de las ETAs implica la adopción de políticas institucionales de higiene personal y colectiva, limpieza y desinfección del utillaje culinario, las distintas áreas de elaboración y manipulación de alimentos, las superficies de contacto con los alimentos; y las manos del manipulador; y de control, tratamiento y prevención de las plagas y vectores. Las actividades de capacitación y educación continuada de los involucrados en la cadena alimentaria hospitalaria deben incorporarse en el diseño y gestión de los sistemas de garantía de la inocuidad y la seguridad alimentarias en la institución de salud a los fines de producir cambios perdurables en las formas en que los alimentos se manipulan y se preparan.
Tamara Díaz Lorenzo, Marta Cardona Gálvez
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La nanotecnología en la producción y conservación de alimentosEl mejor conocimiento de las relaciones que sostienen entre sí los átomos dentro de las moléculas ha abierto la posibilidad de la manipulación directa de los mismos, y con ello, la obtención de nuevos materiales. Las nanociencias y las nanotecnologías se perciben entonces como herramientas imprescindibles para afrontar los nuevos desafíos en cuanto a la protección y saneamiento del medio ambiente, el tratamiento de las enfermedades, y la obtención de alimentos más nutritivos, inocuos y seguros. Las nanotecnologías también se han introducido en la industria alimentaria para el desarrollo de nuevos y superiores métodos de empaquetamiento y preservación de alimentos. Las aplicaciones de las nano-tecnologías que se avizoran cubren desde embalajes que le avisarán al consumidor de la composición nutrimental del producto y le alertarán del deterioro inmediato, hasta alimentos que incorporan componentes con propiedades farmacéuticas. En la América Latina se asiste a un rápido avance de las nanotecnologías y las nanociencias, gracias a la voluntad de los gobiernos y las instituciones del área, la creación del parque tecnológico requerido, y la formación de especialistas e investigadores. Con todo y lo dicho anteriormente, todavía le quedan nuevos retos por delante a estas disciplinas, entre ellas, una mayor apreciación por los consumidores de las bondades que ofrecen los “nano- alimentos”, y un ambiente regulatorio mejor ordenado dentro del cual se inserten y actúen investigadores e instituciones. Con este artículo se revisa el estado del arte de la nanotecnología en la región latinoamericana, y su implicación en la prevención de las enfermedades transmitidas por alimentos.
Mónica Cartelle Gestal, Jeannete Zurita
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César Ochoa, Guadalupe Muñoz Muñoz
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Complicaciones metabólicas tras el trasplante renalEl paciente trasplantado renal se encuentra en riesgo incrementado de numerosas complicaciones metabólicas que pueden afectar el funcionamiento del injerto y causar disfunción temprana del mismo, y, de no intervenirse oportunamente, la pérdida del riñón trasplantado, y la propia vida del paciente. Las causas de tales complicaciones metabólicas se organizan alrededor de la resistencia a la acción de la insulina y los estados alterados de utilización periférica de la glucosa. A la insulinorresistencia contribuye desde el fondo genético del enfermo y la causa primaria de deterioro de la función renal, hasta el tratamiento inmunosupresor, la ganancia excesiva de peso, la distribución visceral de la grasa corporal, y el funcionalismo del riñón injertado. No deben pasarse por alto los estilos de vida y alimentarios del enfermo, entre ellos, el sedentarismo y la participación desproporcionada de las grasas alimentarias dentro de la dieta regular. La identificación, corrección y eventual prevención de las complicaciones secundarias al trasplante renal obliga a la actuación multi- e inter-disciplinaria en todos los dominios del estado de salud del paciente trasplantado tales como las características del régimen inmunosupresor, la actividad física, y la alimentación. La promoción de una dieta equilibrada y variada, la práctica sistemática de ejercicio físico, la reorientación de los estilos de vida del paciente, y la adecuación del tratamiento inmunosupresor a cada etapa en la evolución del trasplante renal debe resultar en una supervivencia prolongada del injerto, y una mejor calidad de vida tanto del sujeto como de los familiares.
Gerardo Borroto Díaz, Malicela Barceló Acosta
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Mónica Cartelle Gestal, José E Villacís, María José Alulema, Patricia Chico
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Blanca Guadalupe Baez Duarte, Irma Zamora Ginez, Celso Cortés Romero, Tania Bilbao Reboredo, Jorge Cebada Ruíz, Salvador Galicia, Marcela Vélez Pliego
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La microbiota y el metabolismo energético después de la cirugía bariátricaEn un mundo acosado por la epidemia de la obesidad, la cirugía bariátrica ha emergido como una alternativa de control de la progresión de la evolución de esta comorbilidad hacia las complicaciones del Síndrome metabólico como la Diabetes mellitus y la arterioesclerosis. El bypass gástrico seguido de una yeyuno-yeyunostomía en Y de Roux ha sido el proceder
bariátrico más efectivo en el control de las complicaciones asociadas a la obesidad. La cirugía bariátrica produce cambios en la anatomía, la motilidad y la funcionalidad del tubo digestivo; modifica el patrón enterohormonal paracrino, y reduce los ingresos alimentarios del obeso. Todos estos cambios conducen a la reducción de la insulinorresistencia, y con ello, una mejor utilización de la glucosa por las células, tejidos y órganos de la periferia, restauración de la glucosa sérica a la normalidad, y disminución de los valores de la hemoglobina glicosilada. La cirugía bariátrica también afecta la composición bacteriana de la microbiota, y se cree que este evento puede también ayudar en una mejor utilización de la glucosa por la periferia. Los resultados de modelos experimentales en animales, combinados con observaciones de pacientes bariatrizados, han llevado a muchos a sugerir que la
microbiota puede ejercer un rol importante en el desarrollo del Síndrome metabólico, y a la vez, contribuir con la paliación del mismo, una vez realizada la cirugía bariátrica.
César Ochoa
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Luis Garcés García-Espinosa
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César Ochoa
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Párasitos de transmisión alimentaria en Cuba: Revisión de la literaturaLa transmisión de parásitos a través de los alimentos constituye una preocupación a nivel mundial. En Cuba algunas infecciones parasitarias son un motivo frecuente de consulta médica. Giardia lamblia es el parásito con mayor prevalencia entre las causas de diarrea en niños, principalmente aquellos en edad preescolar. Ascaris lumbricoides y Trichuris trichiura son los helmintos intestinales que se diagnostican con más frecuencia en la población, con cifras respectivas de 1.1% y 1.6%. Otros parásitos de interés que son trasmitidos por los alimentos son Toxoplasma gondii (que tiene una alta prevalencia en la población general), y Fasciola hepatica, que es poco frecuente en seres humanos, pero se diagnostica comúnmente en el ganado, y puede ocasionar pérdidas económicas. Los
parásitos transmitidos por las carnes no son comunes. Sobre los parásitos transmitidos por la ingestión de pescado, solo se han informado de sendos casos por Diphyllobothrium latum y Paracapillaria philippinensis. Se ha observado que el agua y los vegetales constituyen las principales fuentes de transmisión de enteroparásitos. La prevención de las enfermedades transmitidas por parásitos debe estar dirigida tanto a la identificación de
las posibles fuentes de transmisión, como a la educación sanitaria de la población general, y de los actores involucrados en la producción de alimentos, con particular atención a los agricultores.
Yamila Puig Peña, Virginia Leyva Castillo, Delfín Álvarez Almanza
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Consumo elevado de fructosa y su posible influencia sobre el metabolismo lipídicoIntroducción: En los últimos años se ha incrementado el consumo de fructosa a partir del uso como edulcorante del sirope de maíz rico en este monosacárido. Objetivo: Analizar el estado actual del conocimiento científico con relación al fundamento molecular del efecto adverso que tiene para la salud humana la estimulación de la lipogénesis por el consumo elevado (> 50 g.día-1) de fructosa. Desarrollo: El consumo elevado de fructosa estimula la lipogénesis; hipótesis ésta que trata de explicar los efectos adversos que tiene para la salud humana, al causar alteraciones del perfil lipídico, obesidad, síndrome metabólico, resistencia a la insulina, y diabetes. La adiposidad visceral provoca liberación de ácidos grasos libres a la sangre portal que llegan directamente al hígado, evento al cual se le ha atribuido un gran significado en el desarrollo de la resistencia a la insulina y del síndrome metabólico. Existe una compleja red de vías de señalización intracelular que al estimularse provoca como efecto común resistencia a la acción de la insulina. Algunos metabolitos lipídicos pueden actuar como estímulos de tales vías. Se establecen nexos entre las vías de señalización relacionadas con la homeostasis metabólica (disponibilidad de nutrientes) y la inflamación. Los ácidos grasos están entre los nutrientes candidatos que actúan como estímulos en ambas vías. Conclusiones: Existen múltiples vías de señalización intracelular que pueden activarse como consecuencia de las adaptaciones metabólicas que ocurren debido al consumo elevado de fructosa, especialmente en el metabolismo lipídico, entre ellas, la activación de vías inflamatorias. Lo anterior adquiere un significado cada vez más relevante en la patogénesis de las enfermedades crónicas no trasmisibles.
Ana María Gómez Álvarez, Lidia Cardellá Rosales, Gisela Pita Rodríguez, Martha Hernández Fernández
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Cesar Ochoa
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Lázaro Núñez Cárdenas
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