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Sergio Santana Porbén
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Georgina María Zayas Torriente, Raquel Castanedo Valdés, Yarissa Domínguez Aylloh, Daris Inés González Hernández, Vivian Herrera Gómez, Xiomara Herrera Argüelles, Margarita Pavón Hernández, María Elena Díaz Sánchez
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Aldo Alvarez Rodriguez, Digna Noriega García, Charles Hall Smith
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Mariana Reynoso Téllez, Daniela Anahí Cruz Pablos, Luis Alberto García González, Laura Margarita Cuellar Ibáñez, Cristina Alejandra Luna González, Sofía de los Ángeles Romo Campos, Andrea Flores Villegas
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Estado de la calidad de la prestación de cuidados nutricionales a los niños atendidos en el Hospital Pediátrico “Juan Manuel Márquez”, de La HabanaJustificación: Existe interés por conocer cómo se conducen los procesos de cuidados nutricionales en el niño hospitalizado. Material y método: El estado actual de los cuidados nutricionales en el Hospital Pediátrico “Juan Manuel Márquez” (La Habana, Cuba) se estimó mediante la ENH Encuesta de Nutrición Hospitalaria conducida con 157 niños ingresados en Enero del 2008. Resultados: La frecuencia de desnutrición hospitalaria fue del 24.2%. La desnutrición se registró como un diagnóstico independiente en solo el 1.9% de las historias clínicas revisadas. El niño fue tallado y pesado al ingreso, pero el ejercicio de evaluación nutricional se completó en poco más de la mitad de ellos. Los enfermos con 15 (o más) días de hospitalización fueron pesados prospectivamente. La Albúmina sérica se determinó en menos de la quinta parte de los encuestados. El Conteo de Linfocitos no se utilizó en la evaluación nutricional. El 14.7% de los encuestados llenaba alguna de10 indicaciones de intervención nutricional (mediana de las subcategorías; rango: 1.3 – 82.2%), pero la Nutrición artificial se administró a solo la tercera parte de ellos. El 85.7% de los niños con la vía oral suspendida, y el 83.3% de aquellos con ³ 5 días de una cirugía importante estaban intervenidos nutricionalmente, a pesar del número de ellos. Ninguno de los pacientes con ayunos ³ 5 días, o insuficiencia orgánica crónica, estaba intervenido nutricionalmente. Conclusiones: Los equipos médicos fallan en identificar, tratar y, en última instancia, prevenir la desnutrición hospitalaria. Se requieren con urgencia programas de intervención nutricional y metabólica para reeducar a los involucrados en los cuidados nutricionales para que desempeñen satisfactoriamente los roles esperados, en aras de preservar las tasas genéticamente determinadas de crecimiento y desarrollo del niño enfermo.
Rafael Domínguez Jiménez, Rafael Jiménez García, Sergio Santana Porbén, Lázaro Alfonso Novo
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Alfredo Carlos Rodríguez Portelles, Taymí Castro Morales, Alberto Rubén Piriz Assa, Arianna Maité Céspedes Rómulo
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Rafael Jiménez García, Jorge García-Bango Chabau, Sergio Santana Porbén, Evelio Pérez Martínez, Eduardo Piñeiro González, Indira Sánchez Ferrás, Alejandro Torres Amaro
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Diana Marroquín, Sucely Corado Arrivillaga, Claudia Maza Moscoso
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Sepsis, mortalidad y antropometría del brazoSe realizó un estudio prospectivo, analítico, transversal, para evaluar la influencia del estado nutricional del quemado sobre el comportamiento de variables bioquímicas seleccionadas, la ocurrencia de sepsis, y la mortalidad. Se obtuvieron la CB Circunferencia del Brazo y los pliegues cutáneos, los valores séricos de Albúmina y Transferrina, y los CTL Conteos de Linfocitos de 35 pacientes con SCQ Superficie Corporal Quemada ³ 20.0% (Mujeres: 71.4%; Edades > 60 años: 17.1%; Indice SCQ:Estadía: 1.12 ± 0.43; Indice ≤ 1: 36.0%; Mortalidad: 28.6%) atendidos en la Unidad de Quemados del Hospital Universitario Clínico quirúrgico “Dr. Gustavo Aldereguía Lima” (Cienfuegos, Cuba) entre Enero del 2005 y Diciembre del 2006. El paciente se denotó como desnutrido si los valores calculados de las Areas Muscular (AMB) y/o Grasa del Brazo (AGB) fueron menores del décimo percentil de las tablas preexistentes para cubanos del mismo sexo y edad. Los cálculos se realizaron bajo el principio de la “intención-de-tratar”. La frecuencia de desnutrición fue del 8.6% al ingreso en la unidad, pero se incrementó hasta ser del 14.3% en el momento del egreso. La desnutrición se concentró entre los quemados con edades iguales/mayores de 60 años. La frecuencia de valores disminuidos del AMB, la Albúmina, la Transferrina, y el CTL fue mayor al término del estudio. La frecuencia de eventos sépticos fue del 60.0%. La ocurrencia de eventos sépticos fue independiente del estado nutricional del paciente. La mortalidad fue dependiente del estado nutricional. La afectación del compartimiento somático muscular puede asociarse con la mortalidad del paciente quemado.
Juan Sebastián Wong Martínez, Caridad Bécquer González, Marta Patricia Casanova González, Sergio Santana Porbén, Alfredo Vázquez Vigoa, Alfredo Vázquez Cruz
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Aldo Alvarez Rodriguez, Digna Noriega García, Charles Hall Smith
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Las declaraciones de Cancún y Cartagena. Esfuerzos en la afirmación del derecho del paciente a un cuidado nutricional oportuno y adecuadoLa Federación Latinoamericana de Terapia Nutricional, Nutrición Clínica y Metabolismo (reconocida por las siglas FELANPE) conduce esfuerzos permanentes para afirmar el derecho del paciente a un cuidado nutricional oportuno y adecuado como una condición inherente tanto para el éxito de los planes terapéuticos como propia de la dignidad y la integridad que le competen a un ser humano doliente y en situación de extrema vulnerabilidad. A tal efecto, las sociedades, asociaciones y colegios representados en el espacio FELANPE han promulgado las Declaraciones de Cancún (2008) y Cartagena (2019) donde se establecen pautas, principios y guías para la implementación de los cuidados nutricionales en los distintos escenarios de la atención médico-quirúrgica en los centros de salud de la América Latina mediante esfuerzos concertados e integrados de los grupos básicos de trabajo, los nutricionistas, académicos e investigadores, las autoridades sanitarias y las compañías productoras y distribuidoras de insumos para la nutrición clínica y hospitalaria. La letra y el espíritu de las Declaraciones de Cancún y Cartagena han provisto la plataforma filosófica para la concertación de alianzas entre la FELANPE y otras organizaciones suprarregionales que también se (pre)ocupan de la provisión de cuidados nutricionales al paciente hospitalizado, y por extensión, a todos aquellos sujetos de tratamientos médico-quirúrgicos dilatados en el tiempo. De esta manera, las Declaraciones de Cancún y Cartagena contribuirían a la realización global del derecho al cuidado nutricional como indisoluble de la práctica médica y el cuidado hospitalario.
Dolores Rodríguez-Veintimilla, Luis Marcelo Noles Rodriguez, Evelyn Frías-Toral, Sergio Santana Porbén
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Rafael Jiménez García, Sergio Santana Porbén
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Thomas Anthony Norales Figueroa, Dagoberto Semanat Vaillant, Juliette Massip Nicot
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Lázaro Velasco Brito, Aime González Santiesteban, Yunit Hernández Rodríguez, Ana María Díaz-Canel Navarro
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Sobre la influencia de la quimioterapia citorreductora en el estado nutricional de los pacientes con cáncer de pulmónIntroducción: El cáncer de pulmón (CP) ocupa el primer lugar en el cuadro de mortalidad de los adultos de Cuba. La desnutrición energético-nutrimental (DEN) aparece en el 40 – 80 % de los pacientes durante la evolución de la enfermedad neoplásica. El deterioro nutricional puede afectar las concentraciones de las proteínas sanguíneas y el tamaño de las poblaciones de leucocitos y plaquetas. Objetivo: Evaluar los cambios que ocurren en las proteínas sanguíneas y las poblaciones de leucocitos y plaquetas de los pacientes diagnosticados con CP durante el tratamiento citorreductor. Locación del estudio: Instituto de Oncología y Radiobiología (INOR) de La Habana (Cuba). Diseño del estudio: Retrospectivo, analítico. Serie de estudio: Ciento nueve pacientes (Hombres: 65.1 %; Edad promedio: 63.3 ± 9.6 años; Edades >= 60 años: 67.0 %) que fueron diagnosticados (Adenocarcinoma del pulmón: 61 %; Carcinoma epidermoide del pulmón: 29 %; Cáncer de pulmón no de células pequeñas: 7 %; Otras variedades: 2 %) con, y atendidos (Carboplatino/Gemcitabina, Carboplatino/Taxol, Cisplatino/Etopóxido) por, CP en el INOR entre los años 2017 – 2018. El estado nutricional basal del paciente fue como sigue: Peso insuficiente para la talla: 25.7 %; Peso suficiente para la talla: 44.9 %; y Peso excesivo para la talla: 29.3 %; respectivamente. Métodos: De las historias clínicas de los pacientes con CP se obtuvieron los valores de las proteínas sanguíneas, los conteos de plaquetas y los conteos leucocitarios antes de la administración de la quimioterapia (QTP). Las determinaciones hematobioquímicas se emplearon en la construcción de índices celulares selectos. Se examinaron la influencia de las características demográficas, clínicas y antropométricas de los pacientes sobre las determinaciones hematobioquímicas y los conteos celulares, y los cambios ocurridos tras la administración de la QTP. Resultados: Las determinaciones hematobioquímicas fueron las siguientes: Albúmina sérica: 34.3 ± 3.7 g.L-1; Hemoglobina: 118.2 ± 17.3 g.L-1; Leucocitos: 11,710.2 ± 5,817.1 células x 1012.L-1; Neutrófilos: 8,626.4 ± 5,281.6 células x 109.L-1; Linfocitos: 2,021.9 ± 984.2 células x 109.L-1; Monocitos: 824.6 ± 420.1 células x 109.L-1; Eosinófilos: 246.4 ± 442.4 células x 109.L-1; y Plaquetas: 389.7 ± 144.2 células x 1012.L-1; respectivamente. Los índices celulares fueron los siguientes: Hemoglobina/Plaquetas: 0.3 ± 0.2; Neutrófilos/Linfocitos: 5.3 ± 4.3; Eosinófilos/Linfocitos: 0.1 ± 0.2; Linfocitos/Monocitos: 3.3 ± 3.5; Eosinófilos/Monocitos: 0.3 ± 0.4; Monocitos/Linfocitos: 0.5 ± 0.3; e Plaquetas/Linfocitos: 244.7 ± 164.8; respectivamente. Los estados alterados de las determinaciones hematobioquímicas se comportaron como sigue (en orden descendente): Hemoglobina < Punto de corte: 78.9 %; Monocitos > 750 células x 109.L-1: 52.3 %; Albúmina < 35 g.L-1: 48.6 %; Linfocitos < 1,750 células x 109.L-1: 43.1 %; Plaquetas > 400 células x 1012.L-1: 43.1 %; Eosinófilos < 50 células x 109.L-1: 38.5 %; Eosinófilos > 150 células x 109.L-1: 38.5 %; Neutrófilos > 9,000 células x 109.L-1: 30.3 %; Leucocitos > 15,000 células x 1012.L-1: 15.6 %; Monocitos < 250 células x 109.L-1: 4.6 %; Leucocitos < 5,000 células x 1012.L-1: 1.8 %; Neutrófilos < 3,000 células x 109.L-1: 0.9 %; Linfocitos > 5,250 células x 109.L-1: 0.9 %; y Plaquetas < 150 células x 1012.L-1: 0.9 %; respectivamente. Mientras, los estados alterados de los índices celulares fueron como sigue: Hemoglobina/Plaquetas < 0.6: 93.6 %; Eosinófilos/Monocitos < 0.80: 89.0 %; Neutrófilos/Linfocitos ≥ 3.0: 72.5 %; Eosinófilos/Linfocitos < 0.07: 56.9 %; Plaquetas/Linfocitos < 150: 29.3 %; Monocitos/Linfocitos < 0.262: 19.3 %; y Linfocitos/Monocitos ≥ 6.3: 10.1 %; respectivamente. Las determinaciones hematobioquímicas y los conteos celulares fueron esencialmente independientes de las características del paciente. El estado nutricional del paciente con CP no influyó en el comportamiento del indicador hematobioquímico. La QTP influyó marginalmente sobre las determinaciones hematobioquímicas, independientemente de la estrategia empleada de análisis de los datos. Conclusiones: En el momento actual, ninguna de las determinaciones hematobioquímicas propuestas como indicadores del estado nutricional del paciente CP señala la existencia de desnutrición. Los cambios observados en las determinaciones hematobioquímicas tras la administración de la QTP no tienen repercusión clínica.
Keilyn Bermúdez Abreut, Milena Díaz Molina, Rydell Álvarez Arzola
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Comportamiento nutricional del trauma cráneo-encefálico en una unidad de cuidados intensivos de un hospital provincial RCANIntroducción: El TCE Trauma craneoencefálico suele presentarse en pacientes previamente sanos y de buen estado nutricional. Los cambios metabólicos originados por la agresión traumática colocan a estos pacientes en situación de riesgo nutricional, originando señales moleculares y bioquímicas que guardan paralelismo con la intensidad de la agresión. Material y Método: Se realizó un estudio analítico, prospectivo, longitudinal para evaluar el comportamiento nutricional de 67 pacientes con TCE que fueron atendidos en la UCI Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario “Abel Santamaría Cuadrado”, de la ciudad de Pinar del Río, entre Enero-Diciembre del 2006. Se recaudó el diagnóstico principal al ingreso en la UCI, la estadía, y la condición al egreso (Vivo/Fallecido). El estado nutricional se estimó en el momento de la encuesta, y a intervalos regulares durante la estadía del enfermo en la UCI. También se documentaron la ocurrencia de ayuno y los esquemas empleados para el apoyo nutricional. Objetivos: Evaluar la asociación entre el estado nutricional y la intensidad del TCE. Resultados: El 62.7% de los pacientes con TCE estaba desnutrido en el momento de la encuesta. El ayuno frecuente influyó en la aparición de la desnutrición. El 61.6% de los pacientes desnutridos presentó complicaciones durante la estancia en la UCI. La frecuencia de desnutrición se incrementó a medida que se prolongaba la estancia del paciente. Sin embargo, la mortalidad fue mayor entre los pacientes no desnutridos con una estadía menor de 5 días, lo que reflejaría la gravedad del TCE. La Nutrición enteral fue la opción más empleada de apoyo nutricional. Conclusiones: Es insuficiente el aporte nutricional a los pacientes con TCE, lo que conlleva al desarrollo de complicaciones durante la estancia en la UCI.
Richard Small Seoane, Javier Hernández González
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Determinantes de la desnutrición infantil en el municipio CamagüeyJustificación: En una encuesta conducida en la provincia Camagüey durante el año 2011 se identificaron 67 casos de desnutrición entre los niños con edades entre 0 – 5 años, para una tasa provincial de prevalencia del 0.5%. Interesó examinar algunos determinantes del estado nutricional del niño desnutrido, como paso previo a la formulación de políticas comunitarias de salud. Material y método: Se encuestaron los padres y familias de los niños desnutridos domiciliados en 3 áreas de salud del municipio Camagüey, que contiene a la ciudad capital provincial homónima, a los fines de registrar el estado civil y la ocupación laboral de la madre del niño, los ingresos económicos familiares, la calidad de la atención perinatal brindada, la adherencia a la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida, y el estado de la alimentación complementaria. Resultados: Se identificaron 55 niños desnutridos entre los 3,448 radicados en las 3 áreas de salud encuestadas. Esta cifra representó el 1.6% de los niños con edades entre 0 – 5 años domiciliados en las áreas de salud seleccionadas para el estudio, y el 0.6% de los que habitan en el municipio Camagüey. El bajo peso al nacer afectó al 29.0% de ellos. El 52.7% de los niños se presentó con enfermedades agudas. Predominaron las madres con edades entre 20 – 35 años. Poco más de la quinta parte de las madres estaba soltera. La tercera parte de las madres no estaba vinculada laboralmente, y se ocupaba solamente de los quehaceres domésticos y la atención de la familia sin recibir remuneración por ello. Se encontró un pér cápita familiar < 200.00 CUP en la cuarta parte de los hogares encuestados. El 14.5% de las madres refirió hábitos tóxicos. La décima parte de las madres era atendida por afecciones psiquiátricas. La lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses fue practicada por solo el 43.6% de las madres. La alimentación complementaria fue considerada como “Inadecuada” en el 36.4% de los niños. Conclusiones: Existen determinantes demográficos y culturales de la desnutrición en niños menores de 5 años domiciliados en el municipio Camagüey. La condición de adolescente de la madre, unida a ingresos familiares reducidos y la presencia de hábitos tóxicos, pueden crear un entorno desfavorable para la recuperación nutricional del niño. Urge la adopción de políticas comunitarias de recuperación nutricional de los niños desnutridos para la prevención de enfermedades crónicas en la adultez, y la realización del potencial genético de crecimiento y desarrollo de los mismos.
Sara Orozco Rodríguez, Mercedes Morales Medina, Arisdel Rodríguez González
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Sobre el impacto económico de la desnutrición hospitalaria, y por qué no forma parte de la ecuación de los costos de saludLa desnutrición hospitalaria (DH) ha sido reconocida como un problema global de salud por cuanto suele afectar a uno de cada dos pacientes hospitalizados, y porque (de no intervenirse oportunamente) causa complicaciones adicionales de todo tipo (la muerte incluida). La DH se traslada a estadías hospitalarias prolongadas, sobreconsumo de recursos terapéuticos, diagnósticos y humanos, y costos aumentados de las prestaciones de salud. El costo de la DH podría representar hasta el 10 % del gasto nacional en salud. Aun así, las administraciones hospitalarias se niegan a admitir la actuación dentro de la institución de organizaciones de provisión de cuidados nutricionales con carácter multidisciplinario y dedicación exclusiva a la actividad apelando a (infundadas) premisas costo-inefectivas. Existen abundantes evidencias sobre los ahorros que resultan del uso adecuado de las terapias nutricionales, la actuación de profesionales competentes en apoyo nutricional y nutrición artificial, la actividad de las organizaciones hospitalarias dedicadas exclusivamente a la provisión de cuidados nutricionales, y la extensión de tales cuidados hacia el domicilio del enfermo. La cultura hospitalaria ha de ser modificada para que incorpore un modelo neuronal de provisión de cuidados alimentarios y nutricionales durante todo el continuum del tratamiento médico-quirúrgico, y dentro del cual el hospital ocupe el lugar central a la vez que se convierte en el gestor de la red.
Sergio Santana Porbén
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Sobre el comportamiento del Índice CONUT de Control Nutricional en el paciente atendido en un hospital general provincial debido a complicaciones quirúrgicasIntroducción: La desnutrición es un problema de salud de frecuente presentación en el hospital, y que comporta serias implicaciones para el curso clínico del paciente, al incrementar el riesgo de complicaciones (muerte incluida), y prolongar la estadía. La gran cirugía puede colocar al paciente en riesgo incrementado de desnutrirse. El puntaje CONUT de Control Nutricional (Ulibarri et al.; 2002) podría servir para calificar el riesgo nutricional de tales pacientes y guiar las acciones nutricionales. Objetivo: Estimar el riesgo de desnutrición de los pacientes remitidos a una unidad hospitalaria de cuidados intensivos después de una gran cirugía mediante el puntaje CONUT. Locación del estudio: Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General Provincial “Leopoldito Martínez” (San José de las Lajas, Mayabeque, Cuba). Diseño del estudio: Retrospectivo, analítico. Serie de estudio: Cincuenta y cinco pacientes (Hombres: 50.9%; Edad promedio: 59.4 ± 22.5 años; Edad ≥ 60 años: 45.5%) que permanecieron ingresados 24 (o más) horas en la UCI hospitalaria después de una gran cirugía entre el Primero de Junio del 2016 y el 31 de Mayo del 2017. El 56.3% de los pacientes estudiados fueron remitidos desde los servicios hospitalarios de Urgencias/Emergencias. Métodos: Se examinaron las asociaciones entre el puntaje CONUT, por un lado, y la estadía en la UCI, y la condición del paciente al egreso de la UCI, y transcurridos 28 días; por el otro. Resultados: El 52.7% de los pacientes se presentó con un puntaje CONUT ≥ 5. Los puntajes CONUT fueron mayores entre aquellos con una estadía prolongada en la UCI (p > 0.05) y en el hospital (p > 0.05). Los puntajes CONUT también fueron mayores en los pacientes con una mortalidad a los 28 días. Conclusiones: El puntaje CONUT puede señalar a los pacientes en riesgo de fallecer debido a complicaciones postquirúrgicas. El puntaje CONUT también puede identificar a aquellos pacientes con estadías hospitalarias prolongadas.
Lázaro Ernesto Suárez Núñez, Beatriz Rodríguez Felipe, Lázaro Osmín Gutiérrez Gutiérrez, Alberto Brito Cruz
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Sobre el estado de los grupos de apoyo nutricional en los hospitales de CubaIntroducción: La intervención de la desnutrición hospitalaria (DH) y la provisión de cuidados alimentarios y nutricionales al enfermo conllevan la incepción y gestión de una organización multi-, inter- y transdisciplinaria dedicada exclusivamente a tales fines. El grupo de apoyo nutricional ha sido propuesto como tal organización. Objetivo: Presentar el estado corriente de los GAN que operan en los hospitales de Cuba. Diseño del estudio: Encuesta multicéntrica, transversal. Métodos: Se identificaron 11 hospitales que cuentan con un GAN. Los gestores del GAN respondieron una encuesta de 12 ítems sobre la estructura del grupo, los procesos implementados para la prestación de cuidados alimentarios y nutricionales, y los resultados del GAN en las esferas asistencial, docente e investigativa. Resultados: El GAN está compuesto (como promedio) por 5 especialistas. El 47.5 % de estos especialistas trabajan en el GAN con dedicación exclusiva, y el 48.5 % declaró haber completado distintas formas de capacitación en temas de Alimentación y Nutrición. El 81.8 % de los GAN encuestados está encabezado por un médico. El 72.7 % de los grupos dispone de un local propio. El 81.8 % tiene conexión a la red INFOMED, mientras que un 72.7 % cuenta con conexión propia a INTERNET. El 90.9 % de los GAN tiene instalado servicio de telefonía local y larga distancia nacional (LDN), y el 81.8 % cuenta con un buzón de correo electrónico. El 90.9 % de los GAN encuestados cuentan con un protocolo/guía/manual para el diagnóstico/seguimiento/intervención de los pacientes, así como con archivos y gabinetes para el almacenamiento/conservación de las historias clínicas de los pacientes vistos por el grupo. El 54.5 % de los grupos cuenta con una base de datos computarizada para el registro de los datos colectados durante la intervención nutricional en el enfermo, y las incidencias relativas a la misma. El 90.9 % de los GAN encuestados conduce un programa de alcance institucional de educación continuada y capacitación en Nutrición clínica y hospitalaria. Los GAN encuestados han atendido el 26.7 % de los ingresos hospitalarios reportados en el último año de actividades. La tasa de administración de los distintos ejercicios de la actuación nutricional fue como sigue: Evaluación nutricional: 93.5 %; Prescripción dietética: 27.6 %; Suplementación vitamino-mineral: 44.2 %; Nutrición enteral: 17.3 %; y Nutrición parenteral: 8.5 %; respectivamente. Las enfermedades respiratorias (12.1 % de los pacientes atendidos), los tumores malignos (26.0 %), y las enfermedades del Sistema Nervioso Central (10.0 %) fueron las 3 primeras causas de la actuación del GAN. La actuación del GAN fue menor en las enfermedades del corazón y los grandes vasos (16.1 %), la Diabetes mellitus (10.7 %) y el politraumatismo de elevada complejidad (3.3 %) que emergieron como las tres primeras causas de mortalidad dentro de la serie de estudio. La publicación de las experiencias y los saberes acumulados en el desempeño de los GAN hospitalarios es desigual de institución a institución. Conclusiones: La extensión, magnitud, ramificaciones y repercusiones de la DH obliga a la incepción y la gestión de organizaciones institucionales capaces de lidiar efectivamente con la misma. La estructura técnica y documental del GAN hospitalario debe mejorarse para absorber una cuota mayor de asistencia. La adopción de alianzas con actores extrahospitalarios también servirá para que el GAN hospitalario alcance mayores cotas de efectividad asistencial. Se debe promover a la vez que proteger la labor investigativa de los GAN hospitalarios.
Sergio Santana Porbén
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Jesús Barreto Penié, Sergio Santana Porbén, Carmen Martínez González, Lisandra Cabrera Valdés, Narjara Gómez Contreras, Gliceria Fránquiz Castañeda, Luis Garcés García- Espinosa, Tania Hidalgo Costa
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Sobre las asociaciones entre la infertilidad masculina y la nutriciónIntroducción: La alimentación y la nutrición influyen poderosamente en la respuesta sexual humana, la fertilidad y la fecundidad. Objetivos: Exponer la influencia de los fenotipos nutricionales polares sobre la respuesta sexual masculina, la espermatogénesis y la integridad del ADN espermático. Métodos: La literatura especializada fue revisada en la búsqueda de evidencias sobre el impacto del exceso de peso y la obesidad, la desnutrición energético-nutrimental, y las deficiencias y carencias de nutrientes especificados sobre el deseo, el impulso y la líbido sexuales, la espermatogénesis, y la integridad del ADN espermático. La literatura especializada fue también escrutada sobre las intervenciones alimentarias y nutricionales hechas para corregir el fenotipo nutricional en cuestión, y por extensión, los estados deficitarios de los nutrientes especificados; en la espera de mejorar los distintos aspectos de la respuesta sexual masculina. Resultados: Los fenotipos nutricionales polares afectan profundamente la respuesta sexual masculina, la espermatogénesis y la integridad del ADN espermático. El exceso de peso y la obesidad causan disfunción eréctil, afectan la calidad del esperma, y provocan la fragmentación del ADN espermático a través de la concurrencia de resistencia aumentada a la insulina, inflamación, estrés oxidativo, actividad aromatasa adipocitaria desproporcionada, e hipogonadismo. Por su parte, la desnutrición afecta el deseo, el impulso y la líbido sexuales mediante la inducción de un estado de semiinanición y reducción de la tasa metabólica basal. La desnutrición también afecta la actividad del eje hipotálamo-hipófisis-testículo y daña (cuando no suprime) la esteroidogénesis testicular, y por extensión, la calidad de la esperma. Los estados deficitarios | carenciales de nutrientes selectos pudieran no expresarse ni clínica- ni antropométricamente, pero se reconocen hoy como causas importantes de infertilidad masculina de causa no suficientemente aclarada. Muchos de estos nutrientes ejercen propiedades antioxidantes y sostienen la producción endotelial del óxido nitroso (ON): mensajero hormonal involucrado en la erección peniana. La reducción de peso corporal (independientemente de la intervención hecha) es seguida de mejorías en la función eréctil y reducción del daño espermático, pero sin cambios apreciables en la calidad del semen. Por otro lado, la realimentación contribuye a la restauración del deseo, el impulso y la líbido sexuales, y de la función eréctil. Mientras, la renutrición a través de la suplementación vitamino-mineral restaura la actividad de los sistemas de protección antioxidante y la producción endotelial de ON, reduce el riesgo de fragmentación del ADN espermático, y mejora la motilidad del espermatozoide. Conclusiones: La respuesta sexual masculina y la espermatogénesis deben ser examinadas cuidadosamente en los adultos que consultan por disfunción eréctil y/o infertilidad, así como en aquellos que aquejan exceso de peso y obesidad. Las intervenciones alimentarias y nutricionales se adecuarán al fenotipo nutricional presente, el objetivo terapéutico prescrito y los plazos de tiempo asignado para el logro del mismo, y el costo-efectividad de la intervención.
Beatriz Infante Hernández, Arnel Eduardo Rojas Caballero, Dania Vargas Batista, Ana Lucila Paredes Hernández
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Estado de la calidad de la prestación de cuidados nutricionales a los niños atendidos en el Hospital Pediátrico “William Soler”, La Habana, CubaEn este artículo se presenta el estado actual de la provisión de cuidados nutricionales a lo(a)s 240 niño(a)s encuestados en el Hospital Pediátrico “William Soler Ledea” (La Habana, Cuba) mediante la ENH Encuesta de Nutrición Hospitalaria conducida en Enero del 2007. La frecuencia de desnutrición hospitalaria fue del 30.0%, pero la desnutrición estaba registrada como un diagnóstico independiente en solo el 2.9% de las historias clínicas revisadas. El completamiento de los ejercicios de evaluación antropométrica y bioquímica del estado nutricional fue insuficiente. Aunque el 12.5% de los enfermos encuestados (mediana de las frecuencias observadas en 10 subcategorías; rango: 1.3 – 86.7%) llenaba alguna indicación de intervención nutricional, las terapias de Nutrición artificial (Enteral/Parenteral) se administraron a solo el 4.8% de ellos. Se debe hacer notar que los pacientes con la vía oral suspendida eran sujetos de intervención nutricional, aún cuando constituyeron el 1.3% del tamaño muestral; que el(la) niño(a) fue tallado(a) y pesado(a) al ingreso; y los enfermos con 15 (o más) días de hospitalización fueron pesados prospectivamente. La desnutrición hospitalaria constituye un problema institucional de salud que los equipos básicos de atención fallan en identificar, tratar y en última instancia, prevenir. Se requieren con urgencia programas de intervención nutricional y metabólica que hagan énfasis en la re-educación de los distintos actores involucrados en la provisión de cuidados nutricionales para que asuman, y desempeñen satisfactoriamente, los roles esperados dentro de este proceso, en aras de preservar las tasas genéticamente determinadas de crecimiento y desarrollo del(la) niño(a) enfermo(a).
Lázaro Alfonso Novo, Sergio Santana Porbén
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Estela Gigato Mesa, María Esther Hernández Gigato, Deyanira Martínez Sarmiento, María Dianelys Aguilar Pérez
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Influencia del estado nutricional del paciente con cáncer de páncreas sobre la conducta quirúrgica y la evolución postoperatoriaJustificación: El estado nutricional puede determinar la conducta quirúrgica en el cáncer de páncreas y la evolución postoperatoria. Material y Métodos: Se reunieron datos de 54 pacientes atendidos electivamente en el Hospital Clínico-Quirúrgico “Hermanos Ameijeiras”, La Habana, Cuba [Hombres: 57.4%; Edades £ 60 años: 64.8%; Piel blanca: 79.6%; Neoplasia de cabeza de páncreas: 81.5%]. Se registró la conducta quirúrgica realizada (Ninguna/Paliativa/Potencialmente curable), la condición al egreso (Vivo/Fallecido), y los eventos postoperatorios. Se denotó al paciente como Desnutrido si Pérdida de peso > 10%; Indice de Masa Corporal < 18.5 Kg.m-2; y/o Albúmina sérica < 35 g.L-1. El estado nutricional se correlacionó con la conducta quirúrgica adoptada, y las respectivas tasas de complicaciones y mortalidad postquirúrgicas. Resultados: La tasa de desnutrición fue del 74.1%. Los desnutridos se concentraron entre los pacientes no operados, o en los que se realizó un proceder paliativo (p < 0.05). Las complicaciones después de una cirugía potencialmente curable fueron independientes del estado nutricional (p > 0.05). La mortalidad posquirúrgica fue (casi) 3 veces mayor entre los pacientes desnutridos (p > 0.05). Conclusiones: El pequeño tamaño de la serie de estudio, unido a una elevada tasa de desnutrición, puede haber oscurecido cualquier relación entre el estado nutricional y el resultado último de la conducta quirúrgica en el cáncer de páncreas. Sin embargo, la constatación de que los trastornos nutricionales se concentran entre los pacientes en los que no se realiza conducta quirúrgica alguna, o solo se conducen procederes paliativos, y que los pacientes desnutridos son más propensos a fallecer después de una operación potencialmente curable, deben justificar los esfuerzos para el reconocimiento temprano y el tratamiento oportuno de la desnutrición asociada a la neoplasia del páncreas.
María Ivonnee Rosario Siri, Jesús Barreto Penié, Sergio Santana Porbén
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