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Grasa visceral, circunferencia de la cintura e injerto renal. Asociación con trastornos metabólicos y función renalJustificación: La excesiva ganancia de peso en el trasplantado renal ocurre predominantemente a expensas de la grasa visceral. La medición de la grasa visceral por tanto puede alertar sobre trastornos metabólicos asociados al exceso de peso. Objetivo: Determinar si la circunferencia de la cintura como subrogado de la grasa visceral puede predecir trastornos metabólicos derivados de la resistencia a la insulina, así como la falla del injerto renal. Diseño del estudio: Analítico, transversal. Serie de estudio: Ochenta y ocho pacientes trasplantados (Hombres: 57.9%; Edades >=60 años: 7.9%; Tiempo promedio de vida del injerto: 6.1 -/+ 5.7 años) atendidos en la Consulta Externa del Servicio de Nefrología del Hospital Clínico quirúrgico “Hermanos Ameijeiras” (La Habana, Cuba). Métodos: La grasa visceral (GV) se midió mediante bioimpedancia eléctrica (BIA). La circunferencia de la cintura (CC) se midió en centímetros alrededor del ombligo. Se estimó la influencia de variables demográficas y clínicas selectas sobre la GV y la CC. A su vez, se evaluó la asociación entre la ganancia de peso, las facetas del Síndrome metabólico (SM) y la función renal, por un lado, y la GV y la CC, por el otro. Las asociaciones de interés se corrigieron según el tiempo de vida del injerto. Resultados: El 34.0% de los trasplantados presentó valores elevados de la CC. La serie de estudio se distribuyó según los terciles de la GV como sigue: Primer tercil: 0 – 5.9 Kg: 35.0%; Segundo tercil: 6.0 – 9.9 Kg: 34.0%; Tercer tercil: >= 10.0 Kg: 31.0%, respectivamente. La GV y la CC se correlacionaron estrechamente. El comportamiento del indicador antropométrico fue independiente de las variables demográficas y clínicas del estudio, y el tiempo de vida del injerto. La GV se asoció con una mayor presencia de SM, proteinuria patológica y filtración glomerular disminuida. La CC solo se asoció con una mayor presencia de la proteinuria patológica. Conclusiones: La GV medida mediante BIA puede ser útil en la predicción de la ocurrencia del SM y daño glomerular con proteinuria concomitante. La utilidad predictiva de la CC pudiera estar afectar por otros factores propios de la historia del trasplantado.
Gerardo Borroto Díaz, Mardia Quintanilla Andino, Malicela Barceló Acosta, Lisandra Cabrera Valdés
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Sistema automatizado Ceres+ para la evaluación del consumo de alimentosEl sistema automatizado Ceres+, desarrollado entre el Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos (INHA) de Cuba y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) tiene como objetivo fundamental evaluar y procesar datos provenientes de encuestas de consumo de alimentos. El sistema toma como base la experiencia acumulada en el diseño, desarrollo e implantación de diversos sistemas automatizados para la evaluación del consumo de alimentos con diversos propósitos. El sistema está organizado en tres módulos fundamentales: Tablas, Encuestas y Cálculos. El sistema permite la captación y procesamiento de datos de encuestas dietéticas individuales y familiares por todos los métodos conocidos, incluido el de la frecuencia semi-cuantitativa de consumo. El sistema incluye, además, encuestas de disponibilidad y acceso a los alimentos. El sistema ofrece una máxima flexibilidad, pues permite la instalación de todos los valores de referencia que se requieren para los cálculos previstos, tales como tablas de composición de alimentos y de recomendaciones dietéticas, al ser la estructura de las mismas libremente definidas e instaladas por el usuario. La captación de datos se realiza utilizando todas las facilidades que ofrece el sistema operativo WINDOWS de Microsoft, especialmente para la localización de los alimentos y sus unidades de medida. El sistema permite el procesamiento de los datos a través de un considerable número de cálculos dietéticos, tales como energía, nutrientes y grupos de alimentos básicos consumidos, porcentajes de adecuación, y contribución a la energía alimentaria de nutrientes seleccionados. Los resultados obtenidos pueden ser procesados estadísticamente mediante técnicas descriptivas de análisis dentro del propio sistema, y también exportados en forma de archivos .xls hacia EXCEL de OFFICE u otros paquetes estadísticos.
Armando Rodríguez Suárez, Herley Mustelier Ochoa
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Repercusión del estado nutricional en el neurodesarrollo del niño egresado de una Unidad hospitalaria de Cuidados Intensivos PolivalentesJustificación: El tránsito de un niño críticamente enfermo por una unidad hospitalaria de cuidados críticos puede comprometer el estado nutricional, y en consecuencia, el curso ulterior del neurodesarrollo. Material y método: La asociación entre el estado nutricional y el curso del neurodesarrollo de 164 niños (Varones: 64.6%; Edades entre 3 – 36 meses: 79.3%; Críticos: 54.9%) egresados de la Unidad de Cuidados Intensivos Polivalentes (UCIP) del Hospital Pediátrico Universitario “William Soler”, La Habana (Cuba), entre Enero del 2007 y Diciembre del 2010 se estimó mediante un estudio analítico, retrospectivo. Se evaluó la dependencia de los trastornos del neurodesarrollo presentes en el niño respecto de la edad, el sexo, la condición clínica al ingreso en la UCIP, la focalización de la noxa del neurodesarrollo, la práctica de la lactancia materna exclusiva, y el estado nutricional. Resultados: Los trastornos del neurodesarrollo se presentaron en el 53.7% de los niños estudiados: Esfera motora: 25.0%; Lenguaje: 4.3%; Esfera cognoscitiva: 4.9%; y Esfera psicomotora: 19.5%; respectivamente. Los trastornos del neurodesarrollo se asociaron con (en orden descendente) el estado nutricional (OR = 8.0; p < 0.05), la condición de “Crítico” (OR = 6.5; p < 0.05), el abandono de la lactancia materna exclusiva (OR = 2.2; p < 0.05), y el sexo (OR = 2.0; p < 0.05). La focalización de la noxa del neurodesarrollo (OR = 0.2; p < 0.05) y la edad del niño (OR = 0.5; p = 0.059) actuaron como factores protectores. Conclusiones: Las alteraciones del neurodesarrollo se asocian fuertemente con el estado nutricional del niño críticamente enfermo que egresa de una UCIP. Recomendaciones: Todo niño egresado de una UCIP debe ser examinado a los fines de detectar los trastornos presentes tanto del neurodesarrollo como del estado nutricional. Una vez detectados, tales trastornos deben ser corregidos, como forma de asegurar la mejor evolución futura del niño.
Alexis Montero Terry, Pedro Mestre Villavicencio, Lázaro Alfonso Novo
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Impacto de la implementación de un Manual de Buenas Prácticas de Manipulación de Alimentos en hospitales pediátricosIntroducción. En las instituciones de salud se elaboran grandes cantidades de alimentos destinados muchas veces a grupos humanos vulnerables. Las enfermedades transmitidas por los alimentos (ETA) pueden convertirse en un problema institucional de salud. La adopción de un Manual de Buenas Prácticas de Manipulación de Alimentos pudiera coadyuvar a la prevención de las ETA en el ámbito hospitalario. Material y método. Se implementó un “Manual para el Manejo Inocuo de los Alimentos en Hospitales” en los centros de elaboración de alimentos de 2 hospitales pediátricos de La Habana (Cuba) propuestos como unidades de excelencia en la salud. Se realizaron actividades educativas con directivos, administrativos y manipuladores en general para la difusión e inculturación de los contenidos del Manual. El impacto de las acciones documentales y educativas conducidas se midió del cambio en la situación microbiológica de los alimentos, las superficies de contacto y las manos del manipulador, y el nivel de conocimientos del personal involucrado en Higiene y Manipulación de Alimentos. Resultados. Se observó una mejoría significativa en la flora microbiana presente en los alimentos, las superficies de contacto y las manos del manipulador, y el nivel de los conocimientos del personal involucrado en la elaboración de alimentos se elevó de forma importante, tras la intervención educativa y organizativa. Adicionalmente, se incrementó la proporción de manipuladores, directivos y administrativos motivados por la actividad que realizan. Aún persisten conocimientos insuficientes sobre los riesgos inherentes al manipulador, las buenas prácticas de elaboración de alimentos, la temperatura de cocción de los mismos, y la identificación de riesgos químicos. Recomendaciones. Se recomienda la implementación, y la evaluación del impacto, de las normas, disposiciones, e indicaciones establecidas en el Manual en otros hospitales del Sistema Nacional de Salud.
Tamara Díaz Lorenzo, Marta Cardona Gálvez, Fidel Vera Bueno, Norberto Valcárcel Izquierdo, Armando Rodríguez Suárez
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Tabla de composición de alimentos utilizados en CubaSe describen la Tabla de Composición de Alimentos (TCA) utilizados en Cuba, así como los métodos utilizados para la preparación de la misma, y que se basaron en la compilación e interpolación de los valores de energía y nutrientes anotados en tablas de composición de alimentos que existían previamente en el país. Se incluye el concepto “Alimentos Genéricos” que permite expresar los resultados de las encuestas, no solo en términos de energía y nutrientes, sino también en términos del consumo de alimentos o grupos de alimentos básicos, con lo que se facilita la interpretación y uso de los resultados por parte de los decisores. El método permitió la preparación de la Tabla de Composición de los Alimentos más utilizados en Cuba, divididos en 32 grupos, en la que se incluyeron 635 alimentos, y cerca de 200 recetas y platos comunes. La Tabla de Composición de Alimentos ofrece información sobre la energía y 41 nutrientes esenciales contenidos en cada 100 gramos de la porción comestible de cada uno de los alimentos. En el caso de los alimentos crudos, se estimaron los factores de desperdicio y de cocción. Adicionalmente, se estimó el peso en gramos de las unidades de medidas caseras/ comunes para cada uno de las porciones comestibles de cada alimento. La TCA puede ser consultada en el sitio que ocupa el Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos en: http://www.inha.sld.cu/.
Armando Rodríguez Suárez, John Gay Rodríguez, Yolanda Prieto González, Magaly Padrón Herrera, Gisela Pita Rodríguez, Analay Cabrera Martínez, Herley Mustelier Ochoa
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Desnutrición e infección nosocomial en el paciente críticamente enfermoLa desnutrición energético-nutrimental (DEN), que incluye también la depleción de micronutrientes esenciales y la disminución de la masa magra corporal, es muy común en los pacientes críticamente enfermos. Entre el 20 – 40% de ellos muestran signos importantes de desnutrición durante la estancia en una unidad especializada de atención al grave. La DEN repercute negativamente sobre la evolución del paciente críticamente enfermo, y puede colocarlo en riesgo incrementado de fallecer. Se estableció el estado nutricional de los pacientes atendidos en la Unidad Polivalente de Cuidados Críticos (Hombres: 66.0%; Edades >= 60 años: 32.2%; Trauma: 46.9%) del Hospital Universitario “General Calixto García” (La Habana, Cuba) con >= 7 días de estadía, y la asociación de la desnutrición presente con la infección nosocomial y la condición al egreso (Vivo/Fallecido). El estado nutricional se estableció ante la presencia de edemas, ascitis y hepatomegalia; conteos disminuidos de linfocitos, y valores séricos reducidos de Albúmina, Colesterol y Creatinina. La infección nosocomial se diagnosticó de la ocurrencia aislada/simultánea de bronconeumonía, sepsis por catéter e infección urinaria. La infección nosocomial se presentó en el 70.6% de los enfermos. El 68.0% de los pacientes estaba desnutrido en el séptimo día de estadía en la Unidad. La infección nosocomial y la desnutrición se asociaron estrechamente (OR = 7.76; p < 0.05; IC 95%: 3.47 – 17.37). Igualmente, los desnutridos fueron más propensos a fallecer (OR = 3.11; p < 0.05; IC 95%: 1.39 – 6.98). La mortalidad fue dependiente de la gravedad de la desnutrición. La DEN es un evento frecuente en las unidades de atención al grave, y se asocia fuertemente con la infección nosocomial y la mortalidad intra-hospitalaria. Se deben adoptar las medidas intervencionistas requeridas para paliar esta situación.
Rubén Adrián Hernández García
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Las Buenas Prácticas de Higiene y Manipulación como elemento básico del Sistema de Gestión de Calidad e Inocuidad de los AlimentosJustificación: Los avances científicos y tecnológicos ocurridos en años recientes han cambiado radicalmente las prácticas de producción de alimentos, y consecuentemente, la obtención, procesamiento, preparación y servido de los mismos. Hoy no preocupa disponer de alimentos, sino qué se come, y cómo se cocinan, se preparan y se sirven los alimentos. Así, la adherencia a las Buenas Prácticas de Higiene y Manipulación de Alimentos es imprescindible para garantizar la provisión de alimentos saludables, inocuos y seguros. Las Buenas Prácticas deben cubrir aspectos relacionados con la estructura física y el equipamiento del centro de elaboración de alimentos, la forma en que se conducen los procedimientos tecnológicos, y el grado de entrenamiento del personal. Estas Buenas Prácticas deben constituir un elemento básico dentro de cualquier sistema de gestión de la calidad e inocuidad de los alimentos. Objetivos: Evaluar el estado del cumplimiento de las Buenas Prácticas en un centro de elaboración de alimentos de la ciudad-capital. La inspección se extendió a una granja avícola proveedora del centro elaborador. Material y método: El estado corriente de las prácticas de elaboración de alimentos se evaluó mediante un instrumento estructurado. Se identificaron las no-conformidades en las categorías de estructura física y equipamiento; medios y utensilios empleados; y procedimientos tecnológicos y entrenamiento del personal. Resultados: Las unidades inspeccionadas difirieron entre sí respecto del cumplimiento de las Buenas Prácticas: Granja avícola: “Muy Bien” vs. Centro elaborador: “Bien”; respectivamente. Conclusiones: Las unidades inspeccionadas reúnen las condiciones para el establecimiento del Sistema de Gestión de Calidad e Inocuidad de los Alimentos. Se deben intervenir aquellos aspectos identificados que influyen en la adherencia a las Buenas Prácticas.
Acela Cruz Trujillo
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Virginia Leyva Castillo, Yamila Puig Peña, María Espino Hernández, Giselle Pereda Lamela, Neibys Portela López, Pedro Luis Morejón, Omar Roble
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Estado del conocimiento del personal de Enfermería sobre temas de Nutrición clínicaSe evaluó el estado corriente del conocimiento del personal de Enfermería sobre temas de Nutrición clínica y Terapia nutricional. Se aplicó un examen contentivo de 10 preguntas sobre temas de evaluación nutricional, alimentación, alimentación por sonda, nutrición enteral y nutrición parenteral a 201 enfermero(a)s que se desempeñan en 2 instituciones terciarias de salud de la ciudad de La Habana (Edad promedio: 34.5 ± 11.2 años; Mujeres: 78.1%; Licenciados en Enfermería: 52.2%; Entre 11 – 20 años de experiencia: 35.8%). Paralelamente, se condujo una auditoria de las historias clínicas de 100 pacientes seleccionados al azar de entre los hospitalizados en el momento del examen para comprobar la presencia de anotaciones relativas a la evaluación nutricional del enfermo, el estado del apetito y los ingresos alimentarios, el cuidado de los accesos dedicados a la administración de nutrientes, y el cumplimiento de los esquemas prescritos de terapia nutricional, como parte del “Proceso de Atención de Enfermería”. Los resultados del examen se distribuyeron como sigue: Bien: 8.5%; Regular: 24.9%; y Mal: 66.7%; respectivamente. Los resultados del examen de conocimientos fue independiente del perfil de salida del(la) enfermero(a) examinado, y los años de experiencia (datos no mostrados). Sólo el 28.0% de las historias auditadas fue calificada como “Satisfactoria”, al incluir anotaciones en cada uno de los ítems apuntados. El conocimiento del personal de Enfermería sobre Nutrición clínica y Terapia nutricional es escaso. La práctica asistencial del(la) enfermero(a) no incluye la detección oportuna de la desnutrición y sus complicaciones. Se debe incorporar la Alimentación y la Nutrición como asignaturas independientes del diseño curricular de Enfermería, a cargo de enfermeros experimentados. Se deben ampliar las oportunidades de formación de posgrado del(la) enfermero(a) asistencial, incluyendo el tránsito por la Maestría de Nutrición en Salud Pública.
Maritza González Benítez
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Tamara Díaz Lorenzo, Marta Cardona Gálvez, Yariela Sánchez Azahares, Virginia Leyva Castillo, Yaumara Ferrer Márquez, Idalmis Hernández, Jorge René Díaz Fernández
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Comportamiento del peso corporal durante la atención del paciente en una Unidad de QuemadosIntroducción: La pérdida de peso es frecuente en el paciente quemado, y puede entorpecer el proceso de cicatrización y curación. Material y método: Se registró el peso corporal de 28 pacientes (Hombres: 55.0%; Edad: 45.1 ± 12.9 años; Superficie corporal quemada: 34.6 ± 17.2%; Mortalidad por-todas-las-causas: 28.6%) durante 5 semanas de estancia en la Unidad de Quemados, Hospital Clínico quirúrgico “Hermanos Ameijeiras” (La Habana, Cuba), entre Agosto del 2009 y Enero del 2013. La variación ocurrida en el peso corporal al final de cada semana de internamiento se correlacionó con la edad del paciente y la SCQ, el Conteo Total de Linfocitos (CTL) y la Albúmina sérica, y la ocurrencia de complicaciones (muerte incluida). Los datos fueron tratados según el principio de la “intención-de-tratar”, anticipando diferencias en los días de estancia en la Unidad. Resultados: La variación del peso fue de -6.2 ± 6.5 Kg (-8.0 ± 6.3%) al egreso de la Unidad. La pérdida de peso se observó en el 85.7% de los pacientes atendidos. La pérdida de peso se instaló desde la primera semana de estancia en la Unidad, y progresó a medida que se prolongó el internamiento. La pérdida de peso fue independiente de la Albúmina sérica y el CTL. La pérdida de peso fue también independiente de la edad del paciente, la SCQ, la ocurrencia de complicaciones y la condición al egreso de la Unidad. Conclusiones: La pérdida de peso es un hallazgo prevalente en el paciente quemado, pero ésta (aparentemente) no estuvo determinada por una mayor edad, una SCQ más extensa; el comportamiento de las variables bioquímicas de interés nutricional, y la evolución post-agresión. La relación entre la variación del peso y las variables demográficas, clínicas y bioquímicas parece estar mediatizada por los protocolos de apoyo nutricional corrientemente vigentes en la Unidad de Quemados.
Luz Marina Miquet Romero, Carlos Luis Vázquez Mendoza, Rafael Rodríguez Garcell, Teddy Osmín Tamargo Barbeito
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Raúl Bohorques Rodríguez, Yanet Álvarez González, Yanis Vázquez Adán, Atilano Martínez Torres, Sergio Santana Porbén
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Aime González Santiesteban, Lázaro Velazco Brito, Diana María Díaz-Canel Navarro, Judith Cabrera González
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Lázaro Velasco Brito, Aime González Santiesteban, Yunit Hernández Rodríguez, Ana María Díaz-Canel Navarro
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Ganancia de peso, dismetabolia y función renal al año del trasplante renalJustificación: La ganancia excesiva de peso puede incrementar el riesgo de insulinorresistencia y Síndrome metabólico en el nefrópata que recibe un injerto renal. Objetivos: Examinar la influencia del sexo y la edad del sujeto, la procedencia del injerto (Vivo/Cadáver), el protocolo de inmunosupresión, la enfermedad causante de la insuficiencia renal, y el estado de la función renal (medida de la creatinina sérica) sobre la ganancia de peso del paciente al año del trasplante renal (TR); y a su vez, la asociación de la ganancia registrada de peso con varias de las facetas del Síndrome metabólico. Diseño del estudio: Retrospectivo y analítico. Serie de estudio: Pacientes mayores de 18 años con un año de evolución de un TR, atendidos en la Consulta Externa del Servicio de Nefrología del Hospital Clínico quirúrgico “Hermanos Ameijeiras” (La Habana, Cuba). El tratamiento inmunosupresor comprendió Ciclosporina A, Prednisona y/o un antimetabolito. Métodos: Se calculó la ganancia de peso = [Peso al año de trasplante – Peso pre-trasplante]. La ganancia de peso se distribuyó según las variables del estudio. Resultados: El exceso de peso afectó al 56.8% de la serie (Obesidad: 19.3%). El 44.0% de ellos ganó más de 10 Kg de peso en el año siguiente al injerto. Las mujeres, los pacientes que recibieron el injerto de un donante vivo, y los medicados con un protocolo de 2 fármacos mostraron las mayores ganancias de peso. Las dislipidemias y el Síndrome metabólico se asociaron con una ganancia superior de peso. La ganancia de peso fue independiente del FG y la proteinuria. Conclusiones: La ganancia de peso fue excesiva en casi la mitad de los trasplantados y se asoció con varias de las características del Síndrome metabólico.
Gerardo Borroto Díaz, Mardia Quintanilla Andino, Malicela Barceló Acosta, Lisandra Cabrera Valdés
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Adherencia de la mujer al tratamiento reductor del peso corporalEl exceso de peso (que incluye el sobrepeso y la obesidad) es un importante factor de riesgo a tener en cuenta en la prevención (primaria/secundaria) de la enfermedad cerebrovascular. El Grupo de Apoyo Nutricional (GAN) sostiene una Consulta ambulatoria de Obesidad desde su incepción en el Instituto de Neurología y Neurocirugía (INN) de La Habana en el año 2007, debido a la afluencia de pacientes atendidos en el Servicio hospitalario de Enfermedad Cerebrovascular en los que concurre un peso excesivo para la talla. Más del 80.0% de estos pacientes fueron mujeres. La adherencia al tratamiento reductor del peso corporal en este subgrupo fue del 70.0%. El propósito de este estudio fue identificar las causas del abandono del tratamiento reductor del peso corporal por la mujer atendida ambulatoriamente por exceso de peso. La adherencia al tratamiento fue dependiente de la edad de la mujer, el nivel de instrucción, la ocupación laboral, y el lugar de residencia. La adherencia fue mayor entre las mujeres con edades < 60 años, con un nivel de instrucción medio/universitario, empleadas en labores no relacionadas con la manipulación de alimentos, y que viven en la ciudad-capital. La adherencia fue independiente del Índice de Masa Corporal y los antecedentes de ictus. Se debe tener en cuenta la edad de la mujer, el nivel de instrucción, la ocupación laboral y el lugar de residencia para el diseño de intervenciones dietéticas, conductuales y cognitivas que sean específicas, adecuadas y efectivas en el tratamiento reductor del peso corporal, a fin de asegurar la prevención de la enfermedad cerebro-vascular.
Ligia María Marcos Plasencia, Martha Beatriz Pérez Santana, Mabel Cillero Romo, Maribel Caballero Riverí
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Rafael Jiménez García, Jorge García-Bango Chabau, Sergio Santana Porbén, Evelio Pérez Martínez, Eduardo Piñeiro González, Indira Sánchez Ferrás, Alejandro Torres Amaro
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Estado de la prescripción dietética en un hospital clínico quirúrgico terciarioSe pretende evaluar si el acto de la prescripción dietética hospitalaria se realiza siguiendo alguna pauta científica. Para ello, se auditaron las historias clínicas de 460 pacientes seleccionados aleatoriamente de entre los ingresados entre Agosto y Diciembre del 2009 en el Hospital Clínico quirúrgico “Hermanos Ameijeiras” (La Habana, Cuba) para recuperar la figura dietética corrientemente prescrita. Se recuperaron 445 (96.7%) de las figuras dietéticas esperadas. La figura dietética recuperada fue examinada para comprobar si aportaba información sobre la composición nutrimental (energía incluida) de la prescripción dietética, y la textura y consistencia de los alimentos a servir. La figura dietética también fue analizada en el contexto de la enfermedad de base del enfermo, a fin de saber si se restringía el ingreso de algún nutriente para la paliación de los síntomas y la progresión de la misma. La “dieta libre”, la “dieta hiposódica”, la “dieta de diabético”, la “dieta blanda”, y la “dieta hipoalergénica” fueron las figuras dietéticas más prescritas, y explicaron el 52.3% de las figuras recuperadas. Solo el 11.9% de las figuras recuperadas informó sobre la energía a aportar, mientras que el 8.3% lo hizo sobre el contenido de proteínas de la dieta hospitalaria. El 66.7% de las figuras describió la textura y consistencia de los alimentos a servir. En 272 instancias la figura dietética informó sobre restricciones de nutrientes en la dieta hospitalaria. Se concluye que la prescripción dietética hospitalaria no sigue ninguna pauta científica.
Luis Garcés García-Espinosa, Sergio Santana Porbén, Jesús Barreto Penié, Angela Rosa Gutiérrez Rojas, Darilys Argüelles Barreto, Jennifer de las Mercedes Díaz Hernández, Leydiana Morales Hernández, Lisandra Cabrera Valdés, Gliceria Franquiz Castañeda
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Estado de los conocimientos sobre Alimentación y Nutrición entre los médicos de un hospital verticalizado en la atención de adultosLa desnutrición afecta a la tercera parte de los enfermos atendidos en el Hospital Clínico quirúrgico “Hermanos Ameijeiras” (La Habana, Cuba). El Estudio de Desnutrición Hospitalaria reveló que el reconocimiento de la desnutrición asociada a la enfermedad es inadecuado, la implementación de esquemas de nutrición artificial es insuficiente, a pesar de que son pocos en número los enfermos con indicaciones para ellos; y el acto de la prescripción dietética hospitalaria falla en informar sobre las necesidades nutrimentales del enfermo, la textura/consistencia de los alimentos que se le han de servir, y las restricciones que se deben introducir en la dieta debido al problema primario de salud. Se ha percibido que las falencias antes anotadas puedan explicarse por el pobre conocimiento que tienen los grupos básicos de trabajo sobre temas mínimamente necesarios de Alimentación y Nutrición. Para ello, se administró a 147 médicos de los servicios hospitalarios clínicos y quirúrgicos una encuesta ad hoc orientada a medir el grado autopercibido de conocimientos sobre Alimentación y Nutrición, la utilización de estos conocimientos en el proceso de la prescripción dietética hospitalaria, y la incorporación de una nutricionista en la prestación de atención médica al enfermo. El 53.7% de los encuestados refirió tener conocimientos sobre alimentación y nutrición. El 34.2% de ellos declaró que estimaba los requerimientos nutrimentales del paciente como parte del proceso de la prescripción dietética hospitalaria. Solo el 10.0% de los médicos encuestados refirió que consulta con un nutricionista sobre la mejor intervención nutricional en el enfermo. En el momento actual, el conocimiento del médico es insuficiente para lidiar con el costo metabólico y nutricional que la enfermedad impone al estado de salud del enfermo. Ello pudiera explicar, en parte, la situación revelada con el Estudio de Desnutrición Hospitalaria. Urge la implementación y conducción de un Sistema hospitalario de Educación Continuada en Alimentación y Nutrición que ofrezca al médico actuante las herramientas y los conocimientos requeridos para enfrentar exitosamente la desnutrición asociada a la enfermedad.
Luis Garcés García-Espinosa, Jesús Barreto Penié, Angela Rosa Gutiérrez Rojas, Darilys Argüelles Barreto, Jennifer de las Mercedes Díaz Hernández, Leydiana Morales Hernández, Lisandra Cabrera Valdés, Gliceria Franquiz Castañeda
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Evaluación de los riesgos del consumo de alimentos cuando se incumplen las Buenas Prácticas de Higiene y ManipulaciónMillones de personas se exponen cada año a riesgos físicos, químicos o biológicos de origen alimentario. El mantenimiento de tales riesgos dentro de niveles aceptables depende de la capacidad de los productores y las autoridades sanitarias por igual para regular, prevenir o reducirlos al mínimo. Con este trabajo se evaluaron los riesgos higiénico-sanitarios por consumo de alimentos presentes en un centro de elaboración de alimentos, y el control existente de los mismos. Se siguió el procedimiento previsto en la gestión de riesgo: identificación del peligro, caracterización del peligro, evaluación de la exposición, y caracterización del riesgo. El proceso de elaboración, y la calidad microbiológica, de los alimentos ofrecidos; junto con la identificación de los riesgos, se evaluaron mediante el muestreo de las superficies en contacto con los alimentos, los manipuladores de los alimentos, y el análisis de muestras del alimento listo para el consumo. Se comprobó que existían lagunas en la información relevante para la elaboración del alimento que puede introducir incertidumbre en la evaluación de los riesgos. Estas lagunas están relacionadas con la frecuencia de contaminación fecal del huevo en la granja, la contaminación después de la cocción, la tasa de temperaturas altas, y el índice de fallos en el proceso de cocción. Se recomienda la continuidad de trabajos como éste, debido a la existencia de 2 escenarios diferentes con niveles diferentes de exposición. Sería apropiado considerar en trabajos ulteriores cuál de ellos presenta el mayor nivel de riesgo, y si éste sería el fallo en el proceso de cocción.
Acela Cruz Trujillo
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Estado de los consumos alimentarios en comunidades del Estado mexicano de PueblaAntecedentes: Los malos hábitos alimentarios y la falta de conocimiento sobre una alimentación saludable constituyen factores de riesgo tanto de deficiencias nutricionales como de enfermedades crónicas no transmisibles. Objetivos: Exponer el estado de los consumos alimentarios en comunidades selectas del estado mexicano de Puebla. Material y método: Se le administraron a mujeres con edades entre 18 – 65 años radicadas en 2 comunidades poblanas sendas encuestas de “Conductas alimentarias” y “Frecuencia de consumo de alimentos” en las consultas médicas brindadas durante la Jornada de Atención Integral Comunitaria conducida por la SEDESOL Secretaría estatal de Desarrollo Social. Resultados: La dieta regular de la mujer se organiza alrededor de pocos alimentos, a saber: plátano, calabaza, frijoles, maíz, y pollo. Las mujeres de la ciudad de Chignahuapan se destacaron por un consumo mayor (con la sola excepción de las frutas, el huevo, los aceites vegetales y los azúcares refinados) de verduras, cereales, tubérculos, leguminosas, carnes, y lácteos fluidos. Los aceites vegetales se emplearon mayoritariamente para la elaboración y preparación de los alimentos. La frecuencia diaria/semanal de consumo de frutas y verduras en ambas comunidades fue menor que la recomendada. La frecuencia semanal de consumo de cereales y tubérculos fue menor que lo anticipado. Si bien se observó una frecuencia adecuada de consumo diario/semanal de carnes, pescado, huevos y lácteos fluidos, el número de mujeres encuestadas que satisfacían tales frecuencias de consumo era inferior a lo esperado. Adicionalmente, una proporción importante de las mujeres en ambas comunidades consume refrescos de origen industrial, embotellados o enlatados. Conclusiones: El estado corriente de los consumos alimentarios en las comunidades puede ser la resultante de un complejo proceso de toma de decisiones sobre el que influyen numerosos factores culturales, económicos y educativos. En futuros trabajos se debería indagar sobre la influencia de tales factores en el estado actual de los consumos alimentarios observados.
Marcela Vélez Pliego, Tania Bilbao Reboredo, Bianca Mejía Morales, Sharon Zenteno de los Santos, Jesús Adán Ortega González
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Miriela Martínez Martínez, Mercedes Gámez Fonseca, Concepción González Sabín, Víctor Manuel Rodríguez Sosa, Tania Hidalgo Costa, Martha Elena Herrera Álvarez
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Jesús Barreto Penié, Sergio Santana Porbén, Carmen Martínez González, Lisandra Cabrera Valdés, Narjara Gómez Contreras, Gliceria Fránquiz Castañeda, Luis Garcés García- Espinosa, Tania Hidalgo Costa
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Marlen Ivón Castellanos Fernández, Sergio Santana Porbén
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Daño miocárdico, enfermedad coronaria y exceso de peso en el paciente infartadoEl exceso de peso y el aumento de la grasa abdominal se relacionan directamente con el riesgo cardiovascular, pero la relación entre el estado nutricional y el daño miocárdico en el infarto no ha sido establecida. Se evaluó la capacidad diagnóstica del Índice de Masa Corporal (IMC) y la Circunferencia abdominal (CA) como predictores de la extensión del infarto del miocardio (IMA) y la gravedad de la enfermedad arterial coronaria (EAC), mediante un estudio transversal hecho con 56 pacientes atendidos consecutivamente entre Mayo del 2011 y Noviembre del 2011 en el Cardiocentro del Hospital “Hermanos Ameijeiras” (La Habana, Cuba) con un diagnóstico de IMA con menos de 30 días de evolución. La afectación de los vasos coronarios se estableció mediante coronariografía, y la extensión del IMA tras un ecocardiograma. El IMC y la CA fueron predictores independientes del tamaño del IMA, aún en presencia de factores conocidos de riesgo cardiovascular, pero no influyeron en la extensión de la EAC. La asociación entre el tamaño del IMA e indicadores del tamaño de la grasa corporal y regional es independiente de otros factores conocidos de riesgo cardiovascular, y por lo tanto, puede considerarse como un marcador clínico de la extensión del daño miocárdico, antes que del número de vasos afectados.
Mirtha López Ramírez, Rosa Jiménez Paneque, Rolando Rogés Machado, Daymir López Ramírez, Nereida García Roblejo, Eneida Cruz Escalona, Genner Fadragas Clavelo
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