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Métodos empleados en la presente investigación

Esta investigación se condujo en el Laboratorio de Bromatología y Nutrición Animal de la Facultad de Ciencias Pecuarias de la Escuela Superior Politécnica del Chimborazo. Riobamba (Provincia del Chimborazo). República del Ecuador.  La investigación se orientó a encontrar la mejor combinación cereal:leguminosa para 8 alimentos, a saber: Cereales: Arroz, Trigo, Avena, Maíz; y Leguminosas: Chocho, Arveja, Lenteja, Frijol; mediante un diseño factorial 4 x 4. La Tabla 1 muestra las combinaciones preparadas como parte de la presente investigación. Se previeron 16 combinaciones cereales x leguminosas posibles. Adicionalmente, la mezcla alimenticia en cada combinación cereal:leguminosa se preparó según 9 proporciones C:L diferentes, con C = 1, 2, …, 9 vs. L = 9, 8, …, 1. Se previeron así 4 x 4 x 9 = 144 combinaciones.  El diseño factorial se expandió para incluir 16 combinaciones cereales x leguminosas preparadas en una proporción C:L 2:1 (esto es: 2 partes de cereales por cada parte de leguminosas). Esta proporción ha sido tenida históricamente como óptima aminoacídicamente. La calidad biológica de la combinación cereal:leguminosa de las diferentes mezclas alimenticias se evaluó mediante el puntaje (léase también cómputo) aminoacídico. La composición aminoacídica de la mezcla cereal:leguminosa se contrastó con el patrón propio de la proteína de referencia de la FAO/OMS/UNU. La mejor calidad aminoacídica de la combinación cereal:leguminosa se definió como aquella con la menor desviación respecto de la mezcla de referencia 2:1 [RESUMEN TRUNCADO DESPUÉS DE LAS PRIMERAS 250 PALABRAS].

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Recomendaciones de la presente investigación

El contenido de proteínas en los cereales tiene como limitante el aminoácido lisina. En las leguminosas, lo son los aminoácidos azufrados metionina y cistina. La ausencia de estos aminoácidos disminuye la calidad nutricional de las proteínas de origen vegetal si consumen por separado. Pero si las proteínas vegetales se complementan adecuadamente, mejora la calidad biológica de las mismas, y se alcanza entonces una alimentación saludable, pues se llega a obtener proteínas semejantes en composición aminoacídica a las de origen animal. En tal virtud, se recomienda educar a la población (y en especial a las familias pobres, que no tienen acceso a, o no disponen de, fuentes animales de proteínas para alimentar adecuadamente a sus niños) en el consumo de estos tipos de vegetales en las cantidades y proporciones adecuadas. Como consecuencia de lo anteriormente dicho, se recomienda también a los nutricionistas y dietistas que (re)orienten las actividades de educación alimentaria en función de los resultados alcanzados en la presente investigación. A los profesionales del área agrotécnica, y los agricultores que cultivan las tierras en las regiones andinas se les recomienda el rescate de aquellas costumbres ancestrales que avanzaban la siembra de los cereales junto a las leguminosas, como serían los casos del maíz con frijol y maíz con arveja (por solo mencionar algunos), ya permite que en los hogares exista disponibilidad de estos alimentos para el consumo doméstico y familiar. Por otro lado, estas técnicas de cultivo resultan beneficiosas para el cuidado del medio ecológico (en estos tiempos de contaminación y polución ambientales). Además el cultivo de las leguminosas favorece la fijación del nitrógeno en la tierra, y por lo tanto, enriquece nutricionalmente los campos.A los profesionales del área de la Nutrición se les recomienda continuar y ampliar investigaciones como la reseñada en este ensayo, a fin de determinar con rigor otras mezclas alimenticias mediante la complementación adecuada de distintos tipos de vegetales. Estos estudios deben acompañarse de otros que evalúen la aceptabilidad de las mezclas resultantes.

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Resumen de los resultados de la presente investigaciónJustificación: La calidad nutrimental de las proteínas alimenticias se realza mediante la mezcla de diferentes fuentes. Se conoce la composición nutrimental, química y aminoacídica de cereales y leguminosas consumidos como parte de la dieta de las comunidades que habitan los Andes ecuatorianos. Interesa la calidad biológica de las mezclas de proteínas obtenidas de la combinación de diferentes proporciones de cereales y leguminosas. Objetivo: Diseñar, definir y evaluar la calidad biológica, y los costos de elaboración, de diferentes mezclas de proteínas obtenidas de cereales y leguminosas de consumo tradicional en los Andes ecuatorianos. Diseño del estudio: Experimental. Métodos: Las mezclas de proteínas vegetales se obtuvieron de la combinación de proporciones variables de los cereales (C) arroz (Oryza sativa), trigo (Triticum aestivum), avena (Avena sativa), y maíz (Zea mays) con las legumbres (L) chocho (Lupinus mutabilis), arveja (Pisum sativum), lenteja (Lens culinaris), y frijol (Phaseolus vulgaris) de acuerdo con un diseño factorial 4 x 4. Para cada factor CL se prepararon 9 mezclas para diferentes partes del cereal C = 1, 2, 3, …, 9 vs. L = 9, 8, 7, …, 1 partes de la leguminosa. Se preparó una décima mezcla CL 2:1 para documentar la calidad biológica de una mezcla “ideal” de cereal:leguminosa. El contenido de nitrógeno de la mezcla cereal:leguminosa obtenida en cada iteración del diseño factorial se determinó mediante el método de Kjedahl. La calidad aminoacídica de la mezcla cereal:leguminosa se estimó de acuerdo con el cómputo aminoacídico. La proteína de referencia para niños con edades entre 2 – 5 años según la FAO/OMS/UNU (1985) se empleó como patrón para el cómputo aminoacídico. Adicionalmente, se calcularon los costos de elaboración de las mezclas cereal:leguminosa obtenidas experimentalmente. Resultados: La lisina (Lys) fue el aminoácido limitante de los cereales estudiados (0.46 – 0.65 de cómputo respecto del patrón de referencia). Por su parte, los aminoácidos azufrados metionina + cisteína (Met + Cys) fueron los limitantes de la calidad aminoacídica de las leguminosas (0.69 – 0.86 respecto del patrón). Se obtuvieron 144 mezclas cereal:leguminosa. Se consiguió la calidad biológica deseada con 99 de las 144 mezclas elaboradas. El costo de un kilogramo de proteínas de origen animal representa el doble (y hasta el triple) del costo de las proteínas de origen vegetal, y de las mezclas correspondientes. Conclusiones: Se pueden emplear mezclas de cereales y legumbres para la alimentación infantil en las proporciones que aseguren la mejor calidad aminoacídica y biológica, con miras a disminuir los elevados índices de desnutrición infantil y de deficiencias nutrimentales especificadas.
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