Resumen
La pregunta que motiva este Editorial ha estado rondándome durante hace ya algún tiempo. He tratado de responderla de la manera más integral posible en varios artÃculos mÃos en diferentes revistas cubanas y latinoamericanas. En ellos, he propuesto que la pervivencia de la desnutrición hospitalaria (DH) es el resultado (incluso vectorial) de 3 fuerzas como la Oportunidad para implementar y conducir terapias nutricionales (TN), la Disponibilidad de insumos y recursos para hacerlo, y el Conocimiento para hacerlo de forma útil y segura (esto es: efectiva) para el paciente. Si el modelo expuesto se sostuviera, entonces un mejor reconocimiento de las oportunidades mediante polÃticas hospitalarias de tamizaje nutricional, un aumento en la disponibilidad de los recursos mediante mayores asignaciones presupuestarias, y la elevación del conocimiento de los equipos de trabajo mediante programas orientados de educación y capacitación continuada hubieran resultado en un abatimiento de las cifras corrientes de la DH. Pero ello no parece estar funcionando [RESUMEN TRUNCADO DESPUÉS DE LAS PRIMERAS 250 PALABRAS].