Resumen
Actualmente, nadie duda de la importancia que tiene una alimentación adecuada sobre el curso del embarazo y el desarrollo del feto. Pero, ¿cómo podemos saber si la mujer está en “condiciones” de llevar a cabo una gestación sin problemas nutricionales y poder lactar a su bebé? Durante el embarazo y la lactancia se produce un aumento de las necesidades nutricionales para cubrir los eventos que involucran al niño, y los cambios que experimentan la estructura y el metabolismo de la mujer en esta etapa. La dieta de la embarazada y de la madre que da de lactar debe contener la energía y nutrientes suficientes para asegurar el buen estado nutricional de la madre y del producto de la concepción. Los alimentos deben consumirse en una frecuencia de 6 veces al día, con una distribución de la energía total del 20 % en el desayuno, 10 % en cada una de las 3 meriendas, y un 30 % en el almuerzo y 20 % la comida, respectivamente [RESUMEN TRUNCADO DESPUÉS DE LAS PRIMERAS 150 PALABRAS].